En Oruro creció la indignación ciudadana tras la denuncia de que un perrito en situación de calle aparentemente fue rociado con agua hirviendo mientras buscaba comida en un restaurante de venta de pollo, ubicado en la zona Norte de la ciudad de Oruro.
La Unidad de Zoonosis del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro (GAMO) y la Policía Forestal y de Protección al Medio Ambiente (Pofoma) notificaron formalmente al propietario del negocio y a la trabajadora señalada por el hecho, según se lee en un reporte de la Alcaldía.
Ambas instituciones informaron que se están recopilando imágenes de cámaras de seguridad para avanzar con la investigación. Paralelamente, aseguraron que personal municipal realiza la búsqueda del perrito afectado para verificar su estado de salud, ya que hasta la noche del jueves no fue ubicado.
En redes sociales circularon fotografías, videos y testimonios que provocaron molestia entre la población. Varias páginas y organizaciones animalistas convocaron a una protesta en la zona, lo que derivó en la llegada de decenas de personas al local.
Los manifestantes cerraron los accesos al negocio, gritaron consignas contra el maltrato animal y exigieron la aplicación de la Ley 700. En medio de la tensión, la Policía intervino para evitar confrontaciones.
Durante la concentración, se registraron empujones y agresiones contra dos mujeres que salían del lugar. Una de ellas aseguró que no trabajaba en el establecimiento y que solo era cliente, señalando que fue confundida por la multitud. La joven llorando afirmó que tras la señal de la Policía de evacuar el lugar, ella buscaba retirarse cuando los manifestantes comenzaron a agredirla.
Personal policial informó que la trabajadora implicada deberá presentarse este viernes 22 de noviembre en instalaciones de Pofoma para prestar su declaración junto a su abogado. Autoridades municipales señalaron que el proceso seguirá conforme a la normativa vigente.














