Un grupo de indígenas amazónicos bloqueó este viernes 14 de noviembre de 2025 durante casi 4 horas la entrada principal a la cumbre climática de la ONU (COP30) en Belém. La protesta fue en contra de proyectos de infraestructura que consideran amenazan sus territorios.
Protesta de los Munduruku
Casi 90 miembros de la etnia Munduruku, ataviados con penachos de plumas y collares de semillas, crearon alrededor de las 6:00 horas un cordón con bastones rituales de madera. Este cordón impidió que los participantes entraran a la conocida como Zona Azul, el área restringida bajo administración de la ONU donde se llevan a cabo las negociaciones.
Los organizadores de la cumbre abrieron una entrada alternativa, lo que provocó largas filas de más de una hora para acceder al recinto. Esto generó molestias entre los asistentes que intentaban ingresar al evento.
Diálogo con el presidente de la COP30
Alrededor de las 9:00 horas, unas tres horas después del inicio de la protesta, el presidente de la COP30, el brasileño André Corrêa do Lago, se acercó y comenzó una conversación con los líderes de la protesta. Después de media hora de diálogo, acordaron continuar la conversación en otro lugar y liberar la entrada bloqueada.
Demandas de los indígenas
Los Munduruku, que viven en las orillas del río Tapajós, protestan contra proyectos gubernamentales que consideran “predatorios”. Entre estos proyectos se encuentran los planes para desarrollar una línea de ferrocarril a través de la selva, destinada a transportar productos agrícolas del interior del país.
Además, pidieron al Gobierno brasileño que cancele un proyecto para drenar los ríos amazónicos con el objetivo de crear “hidrovías”. Este proyecto también busca facilitar el transporte de soja y otros cultivos, lo que preocupa a los indígenas por el impacto ambiental.
Mensaje de Alessandra Munduruku
“La COP30 no va a solucionar nuestros problemas, pero tienen que escucharnos”, afirmó a los medios Alessandra Munduruku, una de las líderes de la protesta. Munduruku añadió que “no se puede negociar” el futuro de sus hijos ni el de la “madre naturaleza”. También criticó la minería, que a menudo contamina con mercurio las aguas de los ríos de los que dependen.
Reflexiones sobre la integración
“Tenemos que ver cómo los integramos mejor”, declaró Corrêa do Lago mientras se abría paso entre la multitud. Su comentario refleja la necesidad de encontrar un equilibrio entre el desarrollo y la protección de los derechos de los pueblos indígenas.
