La economía boliviana ha enfrentado un decrecimiento de -2,4% en el primer semestre de 2025, según el informe que fue publicado este martes 14 de octubre por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este descenso es alarmante, ya que, excluyendo el año atípico de la pandemia en 2020, el país no había registrado una contracción en su Producto Interno Bruto (PIB) desde 1986.
Datos históricos preocupantes
De acuerdo con datos históricos del Banco Mundial, la última vez que la economía boliviana retrocedió fue hace 39 años, cuando se reportó una tasa de -2,6% en 1986. Este periodo estuvo marcado por una severa crisis de hiperinflación que afectó al país entre 1982 y 1985.
Humberto Arandia, director del INE, comentó que aunque algunos sectores, como el de la construcción, están mostrando signos de recuperación, la cifra global refleja una grave situación económica.
Tendencia a la baja
A pesar de que la economía se recuperó de manera significativa en 2021, con un crecimiento del 6,1% tras el confinamiento de 2020, que tuvo un impacto negativo del -8,7%, las cifras de crecimiento han mostrado una tendencia a la baja en los últimos años.
En 2022, el crecimiento fue de 3,6%, en 2023 se registró un crecimiento de 3,1%, y en 2024, el crecimiento fue de solo 0,7%. Ahora, en el primer semestre de 2025, se ha reportado un decrecimiento de -2,4%.
Preocupación por la inflación
Además del decrecimiento económico, el último reporte del INE también expresa preocupación por la inflación, que hasta septiembre se situó en 18,33%.
Contexto histórico
El antecedente de 1986 se sitúa en un contexto de crisis. Según el Banco Central de Bolivia, “la hiperinflación fue detenida en seco en el último semestre de 1985 a través de una serie de medidas, entre las que se incluía la vigencia de una nueva moneda nacional, el Boliviano, en reemplazo del devaluado Peso Boliviano”.