El 29 de septiembre, una mujer de 74 años perdió la vida tras ser embestida por un micro en pleno centro cruceño, en la calle Charcas y Beni. La víctima fue identificada como Felicia Bravo, quien se dedicaba a la venta de comida en el mercado Mutualista.
Según un familiar, Felicia era una mujer de fe y asistía todos los días a la iglesia San Andrés. El accidente ocurrió cuando ella se agachó a recoger su monedero; en ese momento, el conductor del micro no la vio y la atropelló. Tras el hecho, el conductor permaneció en el lugar y esperó a la Policía, mientras los testigos del hecho pedían ayuda para la adulta mayor.
El subdirector de Tránsito, Edson Rojas, informó que Luis Alberto C. F., conductor del micro de servicio público de la línea 105, se encontraba sobrio y contaba con licencia categoría B. De acuerdo con su versión, estaba detenido en el semáforo a la espera de la luz verde. “La señora estaba pasando por este punto ciego que no ha sido percibido por el conductor”, explicó Rojas.
Vecinos y testigos señalaron que la zona es peligrosa por la gran circulación de micros, muchos de los cuales conducen a alta velocidad y no tienen orden para dejar a los pasajeros en las vías públicas.
Felicia era una mujer de fe católica, madre de dos hijos, y comerciante en el Mercado Mutualista. Era parte de la Asociación 29 de Abril. Todos los días vendía comida y, asimismo, iba hasta la iglesia San Andrés, donde profesaba su fe.
Su hija pidió justicia. “Jamás pensamos que iba a pasar esto”, lamentó.
“La víctima estaba yendo a la misa en la Iglesia San Andrés, en las circunstancias que ella tumba su monedero y al agacharse a recoger, la embistió el motorizado. Ella es una persona que vendía comida y se sustentaba de la venta de comida. Todos los días, para que le vaya bien en su ventita, para llevar el pan a su familia, le oraba a Dios en su fe católica”, relató el abogado de la familia, Romel Ipalmo.
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