El diputado Whalty Egüez lanzó una dura advertencia este martes 16 de septiembre sobre las consecuencias de la guerra sucia entre los principales candidatos de oposición. A estos les responsabilizó por profundizar las divisiones internas y poner en riesgo la posibilidad de ofrecer al país una alternativa política seria y unitaria frente al oficialismo.
En declaraciones emitidas en la Asamblea Legislativa, Egüez expresó su preocupación por el impacto que tienen los ataques cruzados en la percepción ciudadana. “Cuando hay guerra sucia, quedan heridas. Y si las heridas se profundizan, no va a haber unidad, y vamos a perder la oportunidad de reencaminar a Bolivia por los senderos del desarrollo y del progreso”, afirmó.
Críticas a los líderes opositores
El legislador cuestionó directamente al expresidente Jorge Tuto Quiroga y a Rodrigo Paz, a quienes exhortó a abandonar el discurso agresivo y los ataques personales. “Hacemos un llamado a la reflexión. No se puede ganar al electorado boliviano a costa de la confrontación. Se necesita tender puentes, no dinamitar las posibilidades de acuerdos que puedan sacar al país de la crisis”, sostuvo.
Descontento ciudadano
Egüez alertó que la ciudadanía está harta de peleas políticas sin contenido, mientras la situación económica se deteriora. “La gente no quiere escuchar insultos. Está urgida de soluciones, de estabilidad, de combustible, de que no suban los precios. No le interesa la revancha entre Evo Morales y Luis Arce Catacora. Están hartos de esa disputa que ha paralizado la gestión y nos ha llevado a la escasez y al encarecimiento de la canasta familiar”, señaló.
Necesidad de un debate elevado
Para Egüez, el nivel del debate político debe elevarse con urgencia. “Se necesitan políticos que dialoguen, que se saluden, que se den la mano y trabajen juntos. No más insultos. La guerra sucia también afecta a las familias, y cuando se pierde el control del discurso, los efectos humanos son irreparables”, advirtió.
Falta de unidad en la oposición
En ese sentido, consideró que la falta de unidad en la oposición no solo resta relevancia política en regiones clave, sino que aleja la posibilidad de construir consensos mínimos. “Hoy, en la Asamblea Legislativa, la mayoría de la oposición prácticamente ha desaparecido. Si seguimos peleando, no vamos a lograr ni acuerdos ni soluciones”, concluyó.