La V Cumbre de Países Amazónicos, que fue liderada por los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; y Bolivia, Luis Arce, concluyó el viernes 22 de agosto en Bogotá. Durante esta reunión, se lograron acuerdos que instan a las ocho naciones que conforman la cuenca amazónica a reforzar urgentemente sus acciones frente a la crisis climática.
El evento finalizó con la aprobación de la llamada `Declaración de Bogotá`, un frente común que los países miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) llevarán a la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (Cop30). Esta conferencia se celebrará del 10 al 21 de noviembre de 2025 en la ciudad brasileña de Belém do Pará.
Entre otros puntos, el documento compromete al bloque amazónico, creado en 1978 y formado por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, a “reforzar con urgencia las acciones frente a la crisis climática”. Esto es para cumplir con la meta del Acuerdo de París, que busca limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales.
Acción colectiva necesaria
“Debemos fortalecer la acción colectiva de todos los países amazónicos. No hay otro camino”, declaró Arce, quien consideró que la reunión fue “bastante productiva”. Además, avanzó hacia “una propuesta única y monolítica” que amplifica la voz de la sociedad y de los pueblos indígenas.
Por su parte, Lula, quien será el anfitrión de la Cop30, destacó la creación de un centro de cooperación policial internacional de la Amazonia. Según él, este centro actuará desde septiembre como una “flota común” para intensificar la lucha contra las mayores amenazas del “pulmón verde del planeta”.
Desafíos del narcotráfico
“Después del calentamiento global, el mayor enemigo de la Amazonia se llama narcotráfico”, señaló Petro. Agregó que las mafias dedicadas al transporte de cocaína, marihuana, oro o la minería ilegal han convertido la selva en mercancía.
Además de los mandatarios de Bolivia, Brasil y Colombia, el encuentro también convocó a la vicepresidenta de Ecuador, María José Pinto, y a los cancilleres de Perú, Elmer Schialer; Surinam, Melvin Bouva; y Venezuela, Yván Gil, entre otros.
Reuniones bilaterales y diálogo
Los altos funcionarios también sostuvieron reuniones bilaterales privadas y dialogaron con líderes indígenas. Estos líderes exigieron que las promesas se conviertan en acciones concretas para salvar la mayor selva tropical del mundo.
“Los mensajes que los pueblos indígenas y la sociedad civil nos han transmitido constituyen un aporte valioso para asegurar políticas públicas inclusivas, participativas y resilientes”, afirmó el canciller de Perú.
Cumbre presidencial y resoluciones
La cumbre presidencial de este sábado fue la culminación de cuatro días de encuentros que reunieron en la capital colombiana a autoridades, científicos y representantes de la sociedad civil. En la víspera, los ministros de relaciones exteriores de los ocho miembros de la OTCA aprobaron 20 resoluciones que abarcan desde la creación de un mecanismo financiero hasta el fortalecimiento institucional del bloque.
Estas resoluciones también incluyen la seguridad alimentaria, el riesgo climático y el reconocimiento de los pueblos indígenas y sus saberes ancestrales. Ese mismo jueves, la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, encabezó un encuentro con jóvenes, académicos, líderes indígenas y afrodescendientes.
Diálogos regionales
Este encuentro fue parte de los llamados `Diálogos Regionales` del Balance Ético Global, una iniciativa de la ONU y Brasil. Esta iniciativa busca escuchar a ciudadanos de todos los continentes sobre medidas que, desde la ética, enfrenten la crisis climática y que serán llevadas a la Cop30.
Sobre la próxima cumbre climática, el mandatario brasileño pidió que sea “la COP de la verdad” y que no quede en “discursos y promesas vacías”.
Compromisos de la declaración
Con el propósito de unificar esfuerzos para dar continuidad a los compromisos asumidos en la Declaración de Belém de 2023, la Declaración de Bogotá no solo ratifica la decisión de los países amazónicos de reforzar sus acciones climáticas. También llama a avanzar hacia una transición energética justa y equitativa, y a combatir la pobreza y las desigualdades en la región.
El texto subraya la necesidad de fortalecer las medidas para garantizar el derecho humano al agua potable, proteger a los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial (Piaci), y alerta sobre el “incremento y alcance de los delitos ambientales”. Esto incluye el tráfico de fauna y flora silvestres, así como la minería ilegal.
Fondo Bosques Tropicales
Asimismo, la declaración se compromete a apoyar el lanzamiento del Fondo Bosques Tropicales para Siempre (Tfff) durante la Cop30. Esta es una iniciativa de 73 países en desarrollo que busca recursos para combatir la deforestación y evitar que la Amazonia llegue al punto de no retorno.
La declaración concluye con un agradecimiento a Ecuador por proponerse a convocar y organizar la VI Reunión de Presidentes de los Estados del Tratado de Cooperación Amazónica en 2027.