La Alcaldía de La Paz ha informado que los restos de al menos 1.700 personas que fallecieron por covid-19 y que están sepultados en el Cementerio General podrán ser tratados de diferentes maneras. Las opciones incluyen la reducción, incineración, traslado o la permanencia en el lugar por un periodo adicional de hasta 30 años. Esta decisión se toma tras el vencimiento del plazo de permanencia de 5 años, que finalizará en marzo de 2024. La medida busca ofrecer alternativas a las familias que no pudieron despedirse de sus seres queridos durante la pandemia.
Opciones para las familias
La directora de la Entidad Descentralizada Municipal de Cementerios, Erika Endara, explicó en un programa radial que los familiares de los fallecidos tienen varias opciones disponibles. Pueden elegir entre la reducción de los restos, la incineración, el traslado a otro cementerio o la permanencia del cuerpo en el cementerio actual por cinco años o a largo plazo, hasta 30 años.
Endara también aclaró que los cuerpos, que durante la emergencia sanitaria fueron envueltos en bolsas, “todavía deben haber algunos que continúan conservados” debido a esta medida excepcional. Para acceder a cualquiera de estas opciones, los familiares deben cumplir con requisitos específicos.
Requisitos para acceder a opciones
En el caso de los cónyuges, se requiere presentar el certificado de matrimonio y el de defunción. Para los hijos, se deben presentar fotocopias de la cédula de identidad de todos los involucrados y una declaratoria de herederos que autorice la cremación o reducción de los restos.
Además, si se desea realizar un traslado, es necesaria la autorización del cementerio receptor. Endara enfatizó que los cuerpos que se encuentran en fosas comunes “no se pueden mover” bajo ninguna circunstancia.
Decisión por el dolor de la pandemia
La decisión de permitir la permanencia de los cuerpos hasta 30 años se tomó en respuesta al “dolor de no poder haberse despedido de su ser querido” durante la pandemia, según lo expresado por Endara. “Ahora pueden cremarlo o reducir su cuerpo para colocarlo en un sarcófago”, añadió, aunque también recordó que cada opción tiene un costo asociado a la ubicación de la sepultura.
El Cementerio General tiene un protocolo que establece la exhumación de cuerpos cada cinco años, pero la situación del covid-19 obligó a realizar ajustes sin precedentes. Actualmente, unas 1.700 familias están convocadas a regularizar la situación de sus difuntos, quienes han estado en un limbo administrativo desde marzo de 2024.
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