El 20 de agosto se conmemora el Día Mundial de las Papas Fritas, una fecha que pone en relieve la importancia cultural y culinaria de este popular alimento en diferentes tradiciones gastronómicas. Este día también destaca el origen disputado de las papas fritas entre Bélgica y Francia, así como la diversidad de variedades de papa que se cultivan en Sudamérica, donde se mantienen prácticas agrícolas ancestrales.
Origen de las papas fritas
A pesar de que hoy en día las papas fritas son parte de la cultura global, su origen sigue siendo motivo de controversia histórica. Bélgica sostiene que fue el primer país en crearlas en el siglo XVII. Según relatos locales, los habitantes del valle del río Mosa freían pequeños pescados. Sin embargo, al no poder encontrarlos debido a la congelación del río, decidieron sustituir los peces por papas cortadas en forma de bastón.
Por otro lado, Francia argumenta que la invención de las papas fritas corresponde a los vendedores ambulantes que, a finales del siglo XVIII, ofrecían “pommes frites” en las orillas del Sena. Esta disputa entre ambos países ha perdurado a lo largo del tiempo, pero lo que es innegable es la rápida expansión de las papas fritas, impulsada por su sencillez y la globalización de la papa, un producto originario de los Andes sudamericanos.

Variedades en el mundo
Hoy en día, cada país le otorga un toque especial a las papas fritas. En Estados Unidos, por ejemplo, suelen servirse en porciones abundantes y se acompañan de hamburguesas. En Bélgica, la técnica de doble fritura es clave, ya que garantiza un interior suave y un exterior crujiente. En Perú, las papas fritas se combinan con platos tradicionales como el lomo saltado y la salchipapa.
En Bolivia, la gran diversidad de papas que se produce en la región se refleja en toda su gastronomía. Esta variedad no solo enriquece el sabor de los platos, sino que también resalta la importancia de la papa en la cultura boliviana.
Preparación en casa
El 20 de agosto también es una invitación a celebrar en la cocina. Preparar papas fritas en casa permite experimentar con diferentes texturas y temperaturas que influyen en el resultado final. Una receta clásica sugiere pelar un kilo de papas, cortarlas en bastones y sumergirlas en agua fría durante una hora. Este paso es fundamental, ya que ayuda a eliminar el exceso de almidón, lo que resulta en una fritura más crujiente.
En algunos países, la receta de las papas fritas varía según las costumbres locales. En Bélgica, por ejemplo, la técnica de doble fritura crea un contraste entre el interior esponjoso y la corteza crocante. En Perú, se aprovechan las papas nativas para añadir colores y sabores únicos al plato, lo que resalta la riqueza de su gastronomía.
Importancia cultural y económica
Esta fecha también es una oportunidad para destacar el trabajo de las comunidades agrícolas que preservan prácticas de cultivo ancestrales. Su esfuerzo garantiza que la papa mantenga no solo su valor alimenticio, sino también su dimensión cultural y económica. Así, el Día Mundial de las Papas Fritas se convierte en una celebración de la diversidad y la riqueza que este alimento aporta a la gastronomía global.