Hijo de la mina forjado en esfuerzo, ingeniería y compromiso con Oruro.
Con más de 35 años de experiencia en el sector minero y una gestión como prefecto departamental a cuestas, Walter Lague Saravia es un hombre que se forjó entre vetas de mineral, desafíos sociales y sueños de transformación.
Nació el 23 de agosto de 1957 en el corazón del centro minero de San José, en el campamento “Thanta Rancho” de Oruro (ahora conocido como El Tejar), el destino de Lague parecía trazado por la minería, incluso antes de llegar al mundo.








RAÍCES MINERAS
Lague creció en una familia obrera. Su padre, un minero comprometido, y su madre, una mujer palliri y amante de las flores, le enseñaron el valor del trabajo duro.
Siendo el mayor de diez hermanos, Walter desde niño asumió responsabilidades como hacer filas para conseguir pan, recoger guano para la plantación de las flores de su mamá o llevar el almuerzo a su padre al socavón. Su niñez estuvo marcada por el ritmo del campamento minero y la solidaridad vecinal.
Estudió en la escuela “Guido Villagómez” y fue abanderado del Colegio Nacional “Aniceto Arce”. Desde niño, ya mostraba liderazgo y disciplina: fue presidente de su colegio y jugó en las divisiones infantiles de San José.


































A pesar de la oposición inicial de su padre, quien soñaba verlo como perforista, decidió estudiar Ingeniería de Minas en la Universidad Técnica de Oruro. Trabajó como albañil mientras estudiaba, tardando ocho años en graduarse, pero jamás renunció. “Me impulsaba el deseo de cambiar mi realidad y aportar al país”, recordó.
ENTRE SOCAVONES Y OFICINAS
Lague desarrolló una sólida trayectoria como ingeniero minero y consultor.
Trabajó con empresas privadas y cooperativas como la Empresa Golden Star canadiense, Minera Santa Lucía, Empresa Minera Marte, Empresa Minera Unificada, COMSUR (Hoy Sinchi Wuayra), Asesor Técnico de FENCOMIN, FEDECOMIN ORURO, entre otros; fue especialista ambiental; consultor del Ministerio de Medio Ambiente y ocupó cargos de dirección en distintas entidades mineras.
Participó en proyectos estratégicos en zonas como San Pablo de Lípez, Caiza D, Uyuni y Poopó, y tuvo un rol protagónico en el análisis de impactos ambientales mineros en la evaluación estratégica de la Chiquitania boliviana y la región de San Buenaventura (La Paz), además consultorías para la modificación al Régimen Impositivo Minero, Evaluación Técnica Económica del yacimiento minero de Colquiri para apaciguar graves enfrentamientos entre Cooperativistas y Mineros asalariados de Colquiri.

































Se debe destacar también que entre 1984 y 1986 fue el Intendente Municipal más Joven que tuvo Oruro, fue quien le dio vida al mercado Fermín López, hasta entonces olvidado, hoy importante centro comercial de Oruro.
En 2003 fue designado prefecto del departamento de Oruro. Durante su gestión, logró niveles de ejecución presupuestaria superiores al 80%, aunque también enfrentó controversias propias de la administración pública.
A lo largo de su trayectoria, recibió reconocimientos y distinciones de diferentes entidades. Fue nombrado “Huésped de Honor” en el municipio de El Choro, Choquecota, Pampa Aullagas; y como “Huésped Ilustre” en Turco. También fue condecorado al mérito en el grado de “Oficial” por el Comando General de la Policía Nacional. Fue Reconocido por la Asociación de exalumnos del colegio nacional “Aniceto Arce” Como Testimonio de Gratitud y reconocimiento en beneficio del Colegio y del Departamento de Oruro. Fue Distinguido y Reconocido por la Universidad Técnica de Oruro, Facultad Nacional de Ingeniería FNI y la Carrera de Ingeniería de Minas y Petróleo por su destacada Labor Profesional Contribuyendo al Desarrollo Minero del País.
APOYO DE SU FAMILIA
Detrás de cada logro, Lague reconoce a su esposa, Gladys Francisca Argandoña, como su pilar. “Ella fue quien me impulsó a terminar mi tesis, a seguir adelante cuando todo parecía difícil”, confesó.
Juntos formaron una familia con seis hijos, un varón y cinco mujeres, todos profesionales. Ninguno trabaja en el Estado, lo que Walter considera un orgullo y una muestra del valor del esfuerzo propio.










MÁS ALLÁ DE LA POLÍTICA
Aunque tuvo un paso activo por la política, y ahora regresa como simpatizante del proyecto de Jorge Tuto Quiroga, su verdadera pasión sigue siendo la minería. Propuso cambios al Código Minero y trabajó por un modelo de minería responsable y sostenible.
Desde su experiencia, Walter aconseja a la juventud no rendirse y más aún en este contexto de crisis. “El país necesita compromiso real, formación técnica y fe en uno mismo. La esperanza no está perdida, hay una luz al final del túnel y debemos caminar hacia ella”, subrayó.
A sus 67 años, Lague considera que Bolivia debe reencaminarse apostando por la industria, el conocimiento y el aprovechamiento responsable de sus recursos. “Oruro aún tiene un enorme potencial minero, y si se gestiona con profesionalismo, puede volver a ser un pilar económico para el país”, afirmó.
