El éxito no llega por casualidad, sino como resultado del trabajo constante y la perseverancia. Samuel Mendizábal Villca es un claro ejemplo de ello. Emprendedor, dirigente vecinal y actual presidente del Concejo Municipal de Oruro, su vida refleja la lucha constante de alguien que quiere superarse.
Nacido el 27 de julio de 1971 en Oruro, Mendizábal creció en una familia humilde junto a sus padres, Santiago Mendizabal y Nemesia Villca Villca, y sus tres hermanos. Su infancia transcurrió entre Oruro, Chapare, y la provincia Sabaya, lugares donde cursó sus primeros años de educación. Sin embargo, la falta de oportunidades llevó a su familia a asentarse en Oruro.
En la ciudad, estudió en los colegios nacionales “Juan Misael Saracho” y “Antonio José de Sainz”, este último fue donde obtuvo su bachillerato.






PRIMEROS PASOS EN EL EMPRENDIMIENTO
Desde temprana edad mostró aptitudes para el liderazgo. En sus años escolares ocupó diversos cargos estudiantiles, lo que marcó el inicio de su vocación dirigencial.
Con una fuerte iniciativa, también buscó oportunidades laborales para apoyar a su familia. Su primer empleo fue en una fábrica de catres, donde comenzó como ayudante y en poco tiempo se convirtió en jefe de producción, demostrando su capacidad de aprendizaje y liderazgo.
Con la necesidad de mejorar su situación económica, emigró a Argentina, donde trabajó en una empresa de textiles y en una fábrica de helados. Durante cuatro años, acumuló experiencia y capital que le permitieron regresar a Oruro e iniciar su propio emprendimiento.
A su llegada, fundó una heladería que, con esfuerzo y perseverancia, creció hasta convertirse en una fábrica con más de 100 vendedores. Posteriormente, expandió su negocio al rubro de las galletas y barquillos, importando maquinaria desde Argentina para consolidar su producción.
CONVICCIÓN DE LÍDER
Sin embargo, su vida no solo se centró en los negocios, sino también en su comunidad. Las carencias en su barrio lo impulsaron a involucrarse en la dirigencia vecinal. En el año 2000, asumió la presidencia de la Junta Vecinal Cristóbal Colón, desde donde gestionó importantes mejoras para su zona, como el embovedado del río Negro, el asfaltado de calles y la provisión de servicios básicos.
El factor principal para su incursión en la dirigencia vecinal fue el fallecimiento de un vecino en su barrio debido a la falta de infraestructura adecuada. Este hecho marcó un antes y un después en su vida, despertando en Mendizábal un fuerte sentido de responsabilidad social.



Impulsado por la necesidad de generar cambios y evitar más tragedias, organizó protestas y bloqueos, logrando captar la atención de las autoridades locales.
Su liderazgo y capacidad para movilizar a la comunidad lo llevaron a escalar en la vida dirigencial llegando a la Federación de Juntas Vecinales (Fedjuve) y posteriormente a la presidencia del Concejo Municipal de Oruro.
Para Mendizábal, la clave del éxito radica en la perseverancia y el trabajo constante. Valores que transmitió a sus cuatro hijas: Jennifer, Damari, Minerva y Lenny, las cuales tuvo con su pareja Felicia Villca con quien contrajo matrimonio en 1999.
A lo largo de su vida y trayectoria como emprendedor, líder y político, Mendizábal enfrentó diversos obstáculos, en especial por temas de salud, pero supo superar las adversidades, adaptarse a los cambios y aprovechar las oportunidades.

UN MENSAJE DE INSPIRACIÓN
Con sus años de trayectoria, el mensaje de Mendizábal a la juventud es claro: no hay obstáculo imposible de superar si se tiene determinación, un propósito firme, organización y un buen corazón. “Robar da vergüenza, trabajar no”, enfatizó Mendizábal, recordando los valores inculcados por su familia.
Insta a los jóvenes a prepararse, a emprender con disciplina y a no rendirse ante las dificultades, además de exhortarles a cuidar su salud. En su visión, la educación y el trabajo son las herramientas fundamentales para lograr el progreso personal y colectivo.
