De enero al 13 de junio de 2025, en Bolivia se registraron 95 vulneraciones al trabajo de los periodistas y a la libertad de prensa. Esta información fue denunciada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y la Asociación de Corresponsales de la Prensa Internacional (ACPI).
Ambas entidades señalaron que esta situación ha generado un clima de hostilidad y violencia sostenida contra los periodistas. Al menos 51 de las 95 vulneraciones están directamente relacionadas con el proceso electoral y la crisis económica. Estos datos fueron documentados por el Observatorio de Defensoras y Defensores de Derechos de Unitas.
Violencia en la región
La región se ha convertido en el epicentro de la violencia tras varios días de bloqueos de carreteras en el eje troncal, así como en los departamentos de Potosí y Chuquisaca. Las protestas “evistas” buscaban exigir la inscripción y habilitación de Evo Morales como candidato.
A pesar de que el líder cocalero no logró su objetivo, se reportaron casos graves de violencia, incluyendo la tortura y asesinato de 4 policías, además de la muerte de 2 civiles. Durante estas jornadas de violencia, los trabajadores de la prensa también fueron objeto de agresiones.
Detalles de las vulneraciones
Las entidades periodísticas informaron al relator especial de la CIDH que, de las 95 vulneraciones, se registraron 19 amenazas o amedrentamientos, 14 restricciones al acceso a la información, 7 agresiones a periodistas y 6 casos de criminalización.
Estas cifras demuestran que las agresiones contra la prensa no son incidentes aislados, sino que forman parte de una problemática estructural que afecta de manera persistente el ejercicio de las libertades fundamentales.
Identificación de los agresores
Los periodistas locales y de medios extranjeros han identificado a grupos “evistas” como los principales agresores. Estos grupos exigían la habilitación de Morales y, durante sus protestas, cometieron agresiones físicas y verbales, amenazas, hostigamientos y restricciones arbitrarias al trabajo periodístico.
En varias ocasiones, los dirigentes “evistas” han proferido discursos en sus ampliados desde el Trópico de Cochabamba, donde calificaban a la prensa como sus principales “enemigos”, acusándolos de estar al servicio de la derecha. Además, incitaban a sus bases a actuar en contra de los periodistas sin contemplaciones.
Denuncia ante la CIDH
Desde el Gobierno nacional, la respuesta ha sido reprochar estos ataques contra la prensa. En junio pasado, se envió una carta de denuncia al Relator Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, Pedro Vaca Villareal.
Esto ocurrió después de que días antes se desatara una violencia incontrolada en las cercanías de la población de Llallagua, en Potosí, donde grupos afines a Evo Morales cercaron la zona.
/KMMN