Desde la ciudad de El Alto, los principales líderes del sector de transporte han denunciado que más del 50% de sus afiliados no pueden operar con normalidad debido a la falta de gasolina y diésel. Esta situación ha llevado a los dirigentes a buscar reuniones con empresarios privados para facilitar la importación directa de combustibles.
Reynaldo Luna, representante de los choferes de El Alto, evidenció la problemática y cuestionó la capacidad de las autoridades del sector energético. Los principales dirigentes confirmaron que más de la mitad de sus afiliados enfrenta dificultades operativas por la escasez de combustibles.
En este contexto, afirmaron que están en conversaciones con un consorcio privado para viabilizar la importación directa de carburantes. “Se está trabajando con el consorcio de empresarios para que llegue el combustible a nivel nacional”, aseguró Luna en una conferencia de prensa.
Reuniones y coordinación
Luna también mencionó que se están organizando reuniones con sus compañeros de Santa Cruz, y que estas conversaciones continuarán. Al mismo tiempo, los choferes están intensificando su coordinación con organizaciones sociales y vecinales para ejercer presión política en busca de soluciones.
El dirigente denunció que el problema del combustible no solo es logístico, sino también institucional. Las principales autoridades del sector energético están enfrentando procesos penales por presunto daño económico al Estado. “El ministro de Hidrocarburos y el presidente de YPFB están procesados. ¿Cómo vamos a trabajar con autoridades enjuiciadas?”, cuestionó Luna.
Sobreprecios y falta de transparencia
En los encuentros sostenidos con parlamentarios y empresarios, se verificó la existencia de sobreprecios en el transporte de combustibles. Según Luna, esto está lejos de garantizar la transparencia necesaria. “No hay subvención real. Hay sobreprecio en el combustible, hay sobreprecio en el traslado de las cisternas. Eso queremos que entienda el pueblo”, expresó.
Por otro lado, el dirigente fue claro al negar cualquier motivación política detrás de las movilizaciones. “No tenemos representantes ni candidatos en partidos políticos. Nuestra preocupación es el combustible. Eso es lo que afecta a nuestras familias”, afirmó.
Futuras decisiones del sector
Por el momento, el sector descarta medidas de presión inmediatas, pero advierte que esto dependerá de lo que se decida en los ampliados y futuras reuniones. La urgencia por encontrar soluciones se mantiene, mientras gran parte del transporte está en filas o parado, y la economía nacional siente el impacto de una crisis energética que no da tregua.
La escasez crítica afecta tanto al transporte público como al transporte de carga, evidenciando un problema logístico significativo en todo el país. Las autoridades implicadas han sido objeto de críticas por su gestión ante esta crisis energética prolongada, lo cual ha generado desconfianza entre los transportistas respecto a las soluciones ofrecidas hasta ahora.