El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, anunció que durante la gestión del presidente Luis Arce se han erradicado 42,587 hectáreas de coca excedente en Bolivia. Mamani destacó la declaración del Parque Nacional Amboró como un territorio libre de cultivos de coca y la recuperación de áreas en la Reserva Forestal El Choré.
La intervención en el Parque Nacional Carrasco y el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) está prevista para el futuro. Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) señala que Bolivia ocupa el tercer lugar en Sudamérica en cuanto a la superficie cultivada de hoja de coca.
Mamani mencionó que el próximo paso será la intervención del Parque Nacional Carrasco, ubicado en Cochabamba, y del TIPNIS, donde ya se han realizado acciones de georreferenciación para identificar la cantidad de superficie cultivada con coca. “Siempre cuidando nuestras áreas protegidas, las reservas forestales, la Madre Tierra y el medio ambiente”, puntualizó.
Distribución de cultivos de coca
El viceministerio ha identificado que los departamentos de La Paz y Cochabamba concentran la mayor cantidad de cultivos de coca, tanto autorizados como no autorizados. En La Paz, hay 14,300 hectáreas de coca legal, mientras que en Cochabamba se permiten 7,700 hectáreas. Se estima que la cantidad de plantaciones no permitidas asciende a 3,000 hectáreas.
La política de sustitución de la hoja de coca se aplica bajo los principios de respeto a los derechos humanos y se basa en el diálogo con las comunidades cocaleras. “Estamos evitando confrontaciones y priorizando el consenso con los actores sociales”, aseguró Mamani.


Informe de la Unodc
La Unodc presentó el Informe Mundial sobre las Drogas 2025, en el que se señala que Bolivia no presenta variaciones sustanciales en la superficie de cultivos en comparación con Colombia y Perú. “El informe menciona que, a partir de las políticas implementadas, se ha estabilizado (la cantidad de) los cultivos de coca”, especificó Mamani.
El informe ratifica que Bolivia mantiene el tercer lugar en Sudamérica en superficie cultivada, pero recomienda mejorar los mecanismos de trazabilidad y fortalecer programas de desarrollo alternativo para frenar la resiembra. La hoja de coca tiene un uso ancestral, cultural y medicinal, reconocido por la Constitución Política del Estado.
Desafíos en la erradicación
A pesar del reconocimiento cultural de la hoja de coca, su desviación hacia fines ilícitos sigue siendo uno de los principales desafíos del país en materia de lucha antidrogas. Tanto el Gobierno boliviano como organismos internacionales coinciden en que la erradicación debe ir acompañada de un desarrollo integral con participación comunitaria e inversión estatal para garantizar resultados sostenibles a mediano y largo plazo.
/KMMN