El 26 de junio se celebra el Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura. Esta conmemoración fue establecida por la Asamblea General en 1997 con el propósito de promover la erradicación de la tortura y ofrecer apoyo a quienes han padecido este crimen. En esta fecha, se unen los Estados Miembros de la ONU, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil en un esfuerzo conjunto para abordar esta problemática global.
La tortura está prohibida en todos los instrumentos internacionales y no puede ser justificada bajo ninguna circunstancia. Esta norma forma parte del derecho internacional ampliamente aceptado, lo que implica que todos los países deben cumplirla, incluso si no han firmado tratados específicos que prohíban la tortura. La práctica sistemática y generalizada de la tortura se considera un crimen contra la humanidad.
Fondo de asistencia a víctimas
El Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura fue creado en 1981 y proporciona asistencia directa a las víctimas y sus familias. Los beneficiarios de este fondo incluyen defensores de derechos humanos, personas privadas de libertad, niños, niñas y adolescentes, así como refugiados y migrantes.
Aumento de la tortura
Alice Jill Edwards, Relatora Especial de la ONU sobre la tortura, ha señalado que hay un aumento en el uso de la tortura en todo el mundo. Este incremento está parcialmente relacionado con el hecho de que, desde 1945, ha habido más guerras en el mundo. Actualmente, hay 100 conflictos armados en curso, según el Comité Internacional de la Cruz Roja. La tortura perpetúa ciclos de violencia que se transmiten a través de generaciones.
Convención contra la tortura
La Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles fue aprobada por la Asamblea General en 1984 y entró en vigor en 1987. En la actualidad, cuenta con 174 países como partes firmantes. El Protocolo Facultativo, adoptado en 2002, establece un sistema internacional para prevenir la tortura mediante inspecciones a lugares de detención.
Las organizaciones no gubernamentales (ONG) desempeñan un papel crucial al abogar por instrumentos y mecanismos de vigilancia contra la tortura. Estas organizaciones aportan información valiosa a expertos, como el Relator Especial sobre la cuestión de la tortura y otros órganos encargados del cumplimiento de tratados.
Desafíos en la región andina
En la región Andina, esta conmemoración es especialmente relevante debido a los desafíos persistentes para erradicar la práctica de la tortura. A pesar de los avances legales que buscan garantizar el acceso a la justicia para las víctimas, aún se presentan casos graves, especialmente contra grupos vulnerables como niños y personas con discapacidad. El Parlamento Andino se une a esta conmemoración reafirmando su compromiso con la lucha contra la tortura y trabajando en marcos normativos que protejan la dignidad humana.