La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ha presentado el Informe Mundial sobre Drogas 2025. Este documento identifica a Bolivia como parte de un ecosistema fragmentado de redes criminales que operan en el narcotráfico. En este contexto, se destaca que clanes familiares participan a pequeña escala en la cadena internacional del tráfico de drogas. El informe también señala un aumento en la producción de cocaína y concluye que las políticas de “mano dura” no han logrado ser efectivas contra estas organizaciones.
Impacto económico del narcotráfico
El narcotráfico genera cada año cientos de miles de millones de dólares, lo que lo convierte en una economía criminal más grande que el Producto Interno Bruto (PIB) de muchos países. Las cifras más altas provienen de mercados como Estados Unidos, que reportó 146.000 millones de dólares en 2016, y la Unión Europea, con 31.000 millones de euros en 2021. América del Sur sigue siendo una región clave en la cadena de suministro global de drogas.
Redes criminales en Bolivia
Bolivia es mencionada junto a Perú como parte de una dinámica diferente al modelo tradicional de cárteles centralizados. Según el informe, en el país operan clanes familiares a pequeña escala, que participan en el narcotráfico a través de estructuras más horizontales. Estas organizaciones no tienen jerarquías rígidas ni control territorial directo. “Estas organizaciones descentralizadas priorizan el flujo de mercancías y la evasión de controles estatales, dividiéndose las tareas entre transporte, almacenamiento, lavado de dinero y distribución”, indica el estudio.
La dificultad para desarticular estas redes radica en que no dependen de un mando único y no recurren sistemáticamente a la violencia. Estas organizaciones a menudo cooperan con otros actores en distintas etapas del negocio, desde los cultivos hasta la exportación, y se adaptan rápidamente cuando una célula es desmantelada. A diferencia de estructuras criminales como el Cártel de Sinaloa o la Camorra napolitana, los grupos bolivianos actúan con mayor flexibilidad y comercialidad.
Producción de cocaína en aumento
El informe también destaca que la producción de cocaína alcanzó un récord histórico en 2023, con 3.708 toneladas de droga pura, lo que representa un 34% más que el año anterior y diez veces más que la cifra registrada hace una década. Este incremento se debe principalmente al aumento de cultivos en Colombia, que llegó a 253.000 hectáreas. Las incautaciones globales también rompieron récords, con 2.275 toneladas de cocaína interceptadas en 2023.
En Bolivia, aunque el número de hectáreas cultivadas con hoja de coca no se compara con las dimensiones de Colombia, se ha reportado un leve crecimiento en los últimos dos años. Zonas como el Chapare se mantienen fuera del control estatal formal. La participación de clanes familiares en la cadena internacional representa un desafío para las autoridades, ya que son estructuras menos visibles y tienen la capacidad de regenerarse rápidamente.
Recomendaciones del informe
El informe advierte que las políticas de “mano dura” no han sido eficaces contra estas redes criminales. En lugar de estas estrategias, se recomienda adoptar enfoques basados en inteligencia, infiltración, ruptura de vínculos y una selección precisa de objetivos. Estas recomendaciones buscan abordar de manera más efectiva el problema del narcotráfico en Bolivia y la región.