El cambio climático está amenazando a miles de especies de árboles, aunque todavía hay tiempo para implementar medidas urgentes. Esta información proviene de un estudio que fue co-liderado por el Instituto Botánico de Barcelona (España), que forma parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Este estudio, de carácter global, fue publicado por la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) de Estados Unidos. Fue realizado en colaboración con el Instituto Botánico de Barcelona del CSIC y las universidades de Wageningen (Países Bajos) y Aarhus (Dinamarca).
Las conclusiones del estudio indican que el 70 % de las 32,000 especies de árboles analizadas en todo el mundo enfrentan serias amenazas climáticas, incluso en escenarios de calentamiento moderado.
Los resultados subrayan la necesidad urgente de implementar medidas de conservación para reducir el impacto humano en áreas con bajo estrés climático, ya que estas podrían servir como refugios climáticos esenciales.
Importancia de los árboles
El estudio parte de la premisa de que los árboles son vitales para la vida en la Tierra. Estos seres vivos sostienen ecosistemas, almacenan carbono, purifican el agua, mejoran la salud humana y proporcionan múltiples beneficios tanto a las personas como a la biodiversidad.
Los investigadores modelaron la futura exposición climática de más de 32,000 especies de árboles a nivel global e identificaron las regiones donde los árboles enfrentarán condiciones sin precedentes.
Los resultados revelaron que muchas especies deberán soportar condiciones muy diferentes a las actuales, especialmente si se cumplen los escenarios más extremos de emisiones de gases de efecto invernadero.

Urgencia en la protección
Josep Serra-Díaz, investigador del CSIC en el Instituto Botánico de Barcelona y coautor del estudio, enfatizó la urgencia de proteger los árboles antes de que sea demasiado tarde.
“Este estudio -explicó- ofrece una visión global que nos permite enfocar dónde actuar para conservar, y dónde centrar las estrategias de mitigación y adaptación, aprovechando oportunidades a pequeña escala para mantener la diversidad de nuestros ecosistemas forestales”, comentó.
Coline Boonman, otra coautora del estudio de las universidades de Wageningen y Aarhus, destacó que “casi el 70 % de las especies de árboles experimentarán cambios climáticos significativos en parte de su área de distribución hacia finales de siglo”.
En algunos casos, advirtió, “más de la mitad del hábitat de ciertas especies podría verse afectado bajo un escenario extremo de calentamiento de 4 °C”.
Mapeo de zonas críticas
El estudio también mapeó las llamadas “zonas críticas de exposición”, que son regiones donde la diversidad local de árboles, es decir, el número de especies presentes en un área, estará más expuesta.
Entre estas regiones se encuentran Eurasia, el noroeste de América del Norte, el norte de Chile y el delta del Amazonas. En estas áreas, se espera que las condiciones climáticas cambien de manera tan drástica que muchas especies podrían no sobrevivir sin intervención.
La investigación proporciona un mapa global de las zonas donde los árboles están más expuestos al cambio climático, lo que representa una herramienta fundamental para la planificación de la conservación y para fortalecer la resiliencia de los ecosistemas.
Los árboles, debido a su larga esperanza de vida y a su incapacidad para desplazarse, son especialmente vulnerables a cambios rápidos en temperatura y precipitación.
El estudio se centró únicamente en la exposición climática, sin considerar otras amenazas como la deforestación o las especies invasoras. Si se incluyeran estos factores, los riesgos podrían ser aún mayores.

Esperanza a pesar del riesgo
A pesar de los riesgos, los investigadores también identificaron refugios climáticos. Estas son zonas donde se espera que las condiciones permanezcan relativamente estables y que podrían servir como lugares seguros para las especies arbóreas, siempre que se protejan adecuadamente.
Estas áreas pueden ser clave para los esfuerzos de conservación a largo plazo, y los hallazgos reafirman la necesidad de implementar acciones urgentes de conservación.
Entre estas estrategias se incluyen el monitoreo de especies en alto riesgo, la protección de los refugios climáticos frente a la actividad humana y la consideración de estrategias como la migración asistida de algunas especies.

Fuente: EFE.