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La Amazonía brasileña ha experimentado un año devastador en términos de incendios. En 2024, se registró la mayor área quemada desde 1985, con más de 15.6 millones de hectáreas de vegetación consumidas por el fuego. Esta información fue divulgada el martes 24 de junio de 2025 por la plataforma MapBiomas en su informe anual sobre incendios.
La superficie arrasada por las llamas el año pasado fue un 117 % superior al promedio histórico. Además, representó el 52 % de toda la superficie quemada en Brasil, consolidando a la Amazonía como el epicentro del fuego en el país.
Condiciones propicias para el fuego
Felipe Martenexen, uno de los investigadores de MapBiomas, explicó que la combinación de vegetación “altamente” inflamable, sequía y el uso del fuego creó las condiciones “perfectas” para la propagación de las llamas. Esto llevó a un “récord histórico de área quemada en la región”.
Según Martenexen, el fuego no es parte de la dinámica natural de la Amazonía. Lo que se observó el año pasado fue el “resultado directo de la acción humana”, en un contexto de sequías prolongadas que han sido agravadas por el cambio climático.
Impacto del fuego en la Amazonía
El informe señala que la Amazonía se ve afectada por el uso del fuego para convertir áreas de bosque en zonas agropecuarias, así como para el manejo de pastizales. También se producen incendios forestales que resultan del descontrol de las llamas cuando se utiliza fuego para los pastizales. “Los tres son provocados”, afirmó Martenexen durante una charla virtual organizada por MapBiomas con la prensa.
Por primera vez desde 1985, en 2024 las formaciones forestales en la Amazonía superaron a los pastizales como el tipo de cobertura más afectado. El 43 % del área quemada en el bioma correspondió a áreas forestales, que sumaron 6.7 millones de hectáreas, en comparación con 5.2 millones de hectáreas de pastizales.
Consecuencias del cambio climático
Los expertos advierten que los bosques afectados por el fuego se vuelven más vulnerables a los impactos del cambio climático. Esto se debe a la pérdida de cobertura vegetal, lo que también disminuye su capacidad para absorber dióxido de carbono.
A pesar de que la Amazonía tiene el doble de extensión que el Cerrado (sabana brasileña), en las últimas cuatro décadas ha registrado 87.5 millones de hectáreas quemadas. Esta cifra casi iguala a la del Cerrado, que ha tenido 89.5 millones de hectáreas quemadas en el mismo período.
Incendios en Brasil
Juntos, la Amazonía y el Cerrado concentran el 86 % del total nacional de superficie incendiada en Brasil entre 1985 y 2024. Según el estudio, entre 1985 y 2024, una cuarta parte del territorio brasileño fue afectado por incendios al menos una vez.
En 2024, los incendios afectaron 30 millones de hectáreas en Brasil, lo que representa la segunda mayor extensión quemada en los últimos 40 años. Esta cifra es un 62 % superior al promedio registrado entre 1985 y 2024.
Vegetación nativa en peligro
El 69.5 % del área quemada en Brasil en cuatro décadas afectó a la vegetación nativa, que suma 514 millones de hectáreas. Sin embargo, en 2024, ese porcentaje aumentó al 72.7 %, lo que equivale a 21.8 millones de hectáreas.
El Pantanal, el más afectado
En términos de extensión proporcional por biomas en Brasil, el Pantanal fue el más afectado por el fuego, con un 62 % de su área quemada en los últimos 40 años. Eduardo Rosa, investigador de MapBiomas a cargo del Pantanal, señaló que este bioma es particularmente vulnerable debido a la gran presencia de vegetación nativa, que constituye el 83 % de su territorio.
Además, Rosa destacó que la recurrencia de incendios en el mayor humedal del mundo es alarmante. Un 72 % de las áreas afectadas han sido quemadas en 22 ocasiones o más en las últimas cuatro décadas, una tendencia que ha aumentado especialmente desde 2019.
Fuente: EFE.