Un estudio reciente publicado en la revista Nature indica que los humanos comenzaron su expansión por Eurasia hace 50.000 años. Este avance se produjo tras el desarrollo de habilidades que les permitieron sobrevivir en diversos hábitats en África. La investigación fue liderada por Eleanor Scerri del Instituto Max Planck de Geoantropología y Andrea Manica de la Universidad de Cambridge. Los hallazgos se basan en datos medioambientales y arqueológicos que abarcan un período de 120.000 a 14.000 años.
Modelo matemático innovador
Los autores del estudio crearon un modelo matemático que generó predicciones sobre las diferentes condiciones climáticas en diversas épocas y lugares. Este modelo se asoció a la distribución geográfica de los humanos, lo que permitió reconstruir la idoneidad del hábitat para nuestra especie. A través de este análisis, descubrieron que los humanos comenzaron a expandirse hace 70.000 años por África occidental, central y septentrional, prosperando en hábitats variados como bosques y desiertos.
Adaptabilidad y aprendizaje
El estudio sostiene que esta mayor adaptabilidad representó un aprendizaje crucial que preparó a los humanos para enfrentar las diversas condiciones que encontrarían al colonizar entornos distintos de África, como Eurasia y Oceanía. “A diferencia de los humanos que se dispersaron fuera de África en épocas anteriores, los grupos humanos que se trasladaron a Eurasia hace unos 50.000 años poseían una flexibilidad ecológica distintiva, resultado de haber enfrentado hábitats climáticamente difíciles”, afirmó Scerri.
Refuerzo de teorías previas
Antonio Rosas, jefe del Grupo de Paleoantropología del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) en España, comentó que este estudio refuerza la idea de que hace unos 70.000 años, las poblaciones humanas ampliaron su capacidad para vivir en ambientes que previamente les habían resultado hostiles, como los bosques y los desiertos. El estudio también sugiere que durante esos años no hubo un salto cualitativo en la industria lítica que pudiera justificar la expansión del nicho ecológico humano.
Ingeniería ecológica
Los autores del trabajo se refieren a este fenómeno como “ingeniería ecológica”, que implica las novedades culturales, comportamentales y cognitivas que potencialmente ayudaron a ampliar el nicho ecológico de los humanos. Además, el estudio menciona que las dispersaciones anteriores ocurrieron en momentos favorables en el cinturón desértico del Sáhara y Arabia, creando “corredores verdes” que facilitaron el paso hacia Eurasia.
Éxito en la expansión
A pesar de que hace 50.000 años la ruta para salir de África presentaba condiciones más difíciles que en períodos anteriores, “esa expansión fue considerable y exitosa”, concluyó Andrea Manica, coautora principal del estudio.