Corea del Norte enviará 5.000 trabajadores de la construcción y 1.000 desminadores a Rusia, específicamente a la región de Kursk. Este anuncio fue realizado el 17 de junio por Serguéi Shoigú, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, tras su encuentro con el líder norcoreano Kim Jong-un en Pyongyang.
La decisión de enviar estos trabajadores responde a una orden directa del presidente Vladimir Putin. Shoigú describió a los trabajadores como “brigadas de construcción militar”. Su misión será restaurar las infraestructuras eléctricas, de comunicaciones y los edificios dañados, una vez que se completen las tareas de desminado.
Participación militar en Kursk
En la zona de destino, Kursk, alrededor de 14.000 soldados norcoreanos participaron durante el invierno y la primavera en operaciones contra tropas ucranianas, hasta que las expulsaron del área en abril. Según estimaciones de inteligencia surcoreana, al menos 15.000 trabajadores norcoreanos ya se encuentran en Rusia, a pesar de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU que prohíben este tipo de intercambios.
Condiciones laborales y salarios
Estos trabajadores, muchos de los cuales están empleados en el sector de la construcción, reciben cerca de 800 dólares mensuales. Sin embargo, gran parte de sus salarios se destina al régimen de Pyongyang. Para Rusia, esta mano de obra representa un refuerzo necesario debido a la disminución drástica de su fuerza laboral a causa de la guerra.
Colaboración que desafía leyes
El nuevo contingente se sumará a una colaboración que desafía los marcos legales internacionales. El envío no se limita solo a la reconstrucción: Pyongyang ya ha aportado armas y tropas al conflicto. Además, se enviarán escultores y arquitectos que trabajarán en monumentos conmemorativos en ambas naciones.
“La hazaña que realizaron los militares coreanos —ahora camaradas de armas en la región de Kursk— debe, por supuesto, ser inmortalizada”, declaró Shoigú.
Enlace aéreo directo
El funcionario ruso también anunció que ambas capitales están avanzando en la creación de un enlace aéreo directo, que no existe desde hace más de 30 años. Este gesto logístico refuerza la proyección de una relación bilateral más estrecha y sostenida en el tiempo.
Reacciones de aliados occidentales
Sin embargo, el fortalecimiento del eje Moscú-Pyongyang no ha pasado desapercibido para los aliados occidentales. Según reportes de inteligencia surcoreana, Rusia ya habría transferido a Corea del Norte tecnología militar sensible, incluyendo misiles de defensa aérea y drones. Esta cooperación técnica podría impulsar significativamente los programas de misiles y armas nucleares.
Tratado de defensa mutua
En septiembre de 2024, los dos países firmaron un tratado de defensa mutua que compromete a cada parte a prestar asistencia si la otra es atacada. Este pacto fue interpretado en Seúl y Washington como una amenaza directa a la seguridad regional y un signo de creciente desestabilización en Asia nororiental.