Las exportaciones de azúcar de Bolivia han alcanzado un total de 378 millones de dólares y un volumen de 800 mil toneladas entre 2015 y marzo de 2025. Esta información proviene del Instituto Nacional de Estadística (INE) y ha sido procesada por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). Aunque el desempeño de las exportaciones ha sido estable en años anteriores, desde 2022 se ha notado una disminución tanto en la cantidad de azúcar exportada como en los ingresos generados por este sector.
Principales destinos del azúcar
Durante el año 2024, los principales destinos del azúcar boliviana fueron Perú, Colombia, Estados Unidos, Chile y Ecuador. En términos de porcentaje, Perú representó el 33.9% de las exportaciones, seguido por Colombia con un 29.8%. Estados Unidos ocupó el 17.3%, Chile el 16.7% y Ecuador el 1.6%. El 0.7% restante se clasifica como “otros”, aunque el boletín del IBCE no detalla a qué países corresponde este volumen.
Rutas de exportación
En cuanto a las vías de exportación, la ruta Tambo Quemado-Charaña-Arica fue la más utilizada, representando el 53% del total exportado. Le siguió la ruta Desaguadero con un 34%, Yacuiba-Pocitos con un 10% y Bella Vista-Pisiga-Iquique con un 3%. Estos datos indican una cierta estabilidad en el desempeño exportador del rubro, con años de crecimiento notable como 2021 y 2022.
Ingresos por exportaciones
En la gestión 2022, Bolivia logró el mayor ingreso por la venta externa de azúcar, alcanzando 66 millones de dólares por la exportación de poco más de 124 mil toneladas del producto. Hasta marzo de 2025, se habían exportado 19,473 toneladas de azúcar, generando un total de 10 millones de dólares. Estas cifras consolidan al azúcar como uno de los productos agroindustriales más dinámicos en el comercio exterior boliviano.
Reducción en exportaciones
A pesar de su importancia, desde 2022 se ha registrado una reducción en la cantidad de azúcar exportada, que no supera las 100 mil toneladas anuales. Esta disminución también se refleja en los ingresos obtenidos durante las gestiones 2023 y 2024, lo que plantea desafíos para el sector en el futuro.
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