El Louvre suspendió sus actividades el 16 de junio de 2025 debido a una huelga del personal. Esta protesta se originó por la sobrecarga provocada por el turismo masivo y las condiciones laborales insostenibles. Los involucrados en la huelga incluyen a galeristas, agentes de boletos y personal de seguridad, quienes abandonaron sus puestos durante una reunión interna.
Contexto de la huelga
La huelga se inició en un momento en que el museo recibió 8,7 millones de visitantes en 2024, lo que representa más del doble de su capacidad operativa. A pesar de que se estableció un límite diario de 30,000 personas, los empleados afirman que el recorrido se volvió agotador. En un documento interno, la presidenta del museo, Laurence des Cars, advirtió que partes del edificio “ya no son impermeables” y que las variaciones térmicas amenazan la conservación de obras invaluables.
Además, Laurence des Cars indicó que los servicios básicos están por debajo de los estándares internacionales. Este cierre no es el primero en la historia del Louvre; el museo ha cerrado en circunstancias excepcionales como guerras y pandemias. La protesta del personal forma parte de movimientos laborales que afectan a instituciones culturales en Europa, motivados por la tensión entre el crecimiento del turismo y la capacidad de los museos para gestionarlo.
El plan “Louvre New Renaissance”
En enero de 2025, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció el plan “Louvre New Renaissance”, que incluye una inversión proyectada de entre 700 y 800 millones de euros durante una década. Este proyecto busca resolver problemas como filtraciones, variaciones térmicas y la afluencia excesiva de visitantes. Entre las medidas previstas se encuentran la creación de una sala exclusiva para la Mona Lisa y una nueva entrada cerca del río Sena, planeada para 2031.
No obstante, los trabajadores criticaron el plan, alegando que las soluciones son lejanas y no responden a la urgencia actual. Mientras la huelga continuaba, algunos trabajadores consideraban habilitar una “ruta de las obras maestras” durante algunas horas. El museo permanecería cerrado el martes y se espera una reapertura total para el miércoles. Los turistas con boletos para el lunes podrían reutilizarlos al reabrirse el museo.
Conversaciones sin acuerdo
Las conversaciones entre el personal y la dirección se prolongaron sin llegar a un acuerdo concreto. El cierre del museo coincidió con protestas en diversas ciudades del sur de Europa, donde se cuestiona un modelo turístico que desplaza a los residentes y afecta la vida urbana. En Barcelona, activistas usaron pistolas de agua para “enfriar” simbólicamente el turismo masivo.
Desafíos del Louvre
Mientras sitios como la Acrópolis o Venecia aplican restricciones de acceso, el Louvre enfrenta su propio punto de inflexión. Esto ocurre en medio de cuestionamientos sobre la sostenibilidad turística y la capacidad del museo para gestionar la afluencia de visitantes.