El ministro de Justicia, César Siles, afirmó que los recientes episodios de violencia extrema ocurridos en Llallagua, al Norte de Potosí, y en el Chapare, en Cochabamba, están conectados con la presencia de grupos armados y mercenarios que están vinculados a redes de narcotráfico, contrabando y tráfico de vehículos ilegales, conocidos como autos chutos.
“Los lugares donde se están produciendo los sucesos que están enlutando al pueblo boliviano no son lugares cualquiera. Estamos hablando del Norte de Potosí, donde hay narcotráfico, contrabando, autos chutos, y también del Chapare, que también está relacionado con el narcotráfico”, expresó Siles.
Grupos delictivos organizados
Según el ministro, los grupos que operan en estas áreas han dejado de ser actores sociales que protestan. Ahora responden a estructuras delictivas organizadas que tienen capacidad de acción armada y respaldo económico.
“Son mercenarios, francotiradores, organizaciones criminales que pretenden, a través de acciones concretas, como disparar a los uniformados y a la población civil, evitar que se ingrese a esos lugares”, explicó Siles.

Consecuencias de la violencia
Las dos jornadas consecutivas de violencia han dejado un saldo de decenas de heridos y cinco muertos, entre ellos cuatro policías y un civil. La intervención de las Fuerzas Armadas comenzó el jueves 12 de junio de 2025, 24 horas después de las agresiones contra los efectivos policiales.
Jornada más sangrienta
De acuerdo con los reportes oficiales, la jornada más violenta fue el miércoles 11 de junio de 2025. En esa fecha, un contingente policial intentó ingresar al municipio de Llallagua, pero fue emboscado y atacado con armas de fuego a escasos metros de la zona urbana.
Como resultado de este ataque, se lamentó el deceso de los uniformados y se registraron decenas de heridos.
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