El viernes 13 es una fecha que ha sido rodeada de supersticiones y creencias sobre la mala suerte. Esta temática ha sido objeto de estudio por parte de expertos en psicología y antropología, quienes analizan sus orígenes y su impacto en la salud mental. Profesores como Rebecca Borah de la Universidad de Cincinnati y Stuart Vyse del Connecticut College han investigado cómo estas creencias pueden afectar el comportamiento humano y las decisiones económicas.
Borah menciona que estas creencias pueden ofrecer beneficios psicológicos, como un mayor sentido del orden. “Siempre es más fácil cuando existen normas y sabes cómo reaccionar ante ellas”, explica Borah. “Si viene Drácula, probablemente puedas escapar de él saliendo a buscar ajo y así alejar al diablo. Saber eso es bastante reconfortante”. En muchas ocasiones, las personas tienden a evitar actividades peligrosas o se preparan para cualquier imprevisto, lo que puede resultar en calles menos concurridas.
Miedos irracionales y su impacto
Sin embargo, Vyse sostiene que los miedos irracionales pueden ser improductivos. “Estaríamos mucho mejor si dejaran de enseñarnos estas supersticiones y tabús tan negativos como la del viernes 13”, declaró. Aquellos que creen en esta superstición podrían sufrir de triscaidecafobia, que es el miedo al número 13, y tienden a transmitir esta creencia a sus hijos. La presencia de esta superstición en la cultura popular contribuye a su permanencia.
Orígenes culturales del miedo
Thomas Gilovich, profesor de psicología en la Universidad de Cornell, argumenta que “una vez que están integradas en la cultura, tendemos a reproducirlas”. El temor al viernes 13 se origina en una creencia religiosa que está relacionada con el invitado número 13 en la Última Cena (Judas) y la crucifixión de Jesús, que ocurrió un viernes. Vyse explica que estos dos miedos se combinan para crear “esta especie de doble agravante del 13 que resulta en un día de tensión”.
Expansión del tabú del número 13
Phillips Stevens, profesor de antropología en la Universidad de Buffalo, indica que el tabú del número 13 se expandió con la cristiandad y se adhirió a diversas culturas occidentales. La asociación del número 13 con la mala suerte se relaciona con el principio de “pensamiento mágico”, donde se tiende a ver conexiones entre cosas similares.
Thomas Fernsler, asociado de políticas de ciencia en el Centro de Recursos Educativos de Matemáticas y Ciencia en la Universidad de Delaware, menciona que el número 13 es considerado inquietante porque sigue al número 12, que es visto como completo. Además, algunos estudiosos creen que Eva tentó a Adán un viernes.
Estadísticas sobre accidentes
Un estudio realizado por el Centro Holandés de Estadísticas Sobre Seguros demostró que los viernes 13 presentan menos accidentes de tráfico en comparación con otros viernes. Donald Dossey, un historiador que estudia el folclore, estima que este día provoca pérdidas económicas que oscilan entre 751 y 845 millones de dólares debido a decisiones como no volar o no realizar negocios.
Eventos históricos y creencias culturales
Un evento histórico significativo relacionado con esta fecha fue la persecución contra los caballeros templarios, que comenzó un viernes 13. La fobia al viernes 13 es más común en Europa y América, mientras que en los países hispanohablantes, el martes 13 es considerado desafortunado. En Italia, el día que se considera de mala suerte es el viernes 17, debido a su representación numérica. En Japón y China, el número prohibido es el cuatro, ya que su pronunciación está asociada a la muerte.
El origen del miedo al martes 13 proviene del dios romano Marte, que está relacionado con conflictos. La combinación del martes y el trece como una fecha negativa surge de tradiciones romanas que se fusionan con creencias cristianas.