Bloqueadores de la carretera que une la ciudad de Oruro con el departamento de Cochabamba interceptaron, despojaron de sus teléfonos móviles y amenazaron con quemarlos a los periodistas del periódico digital “El Fulgor”, Adrián Toro Rojas, y de la red privada de televisión ATB, Luis García Cabrera, el pasado martes 10 de junio en horas de la tarde.
El testimonio del periodista Toro a la Unidad de Monitoreo de los diarios representados por la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) señala que pobladores de una región cercana a la población de Pongo, en el departamento de Oruro, interceptaron el vehículo en que se transportaban ambos enviados.
“Me quitaron el celular (teléfono móvil) y amenazaron con quemarnos”, describió Toro que, junto a García, acompañaron a una comitiva de dirigentes del transporte de larga distancia que prestó asistencia alimentaria en la carretera a conductores de camiones que permanecían detenidos por el bloqueo de carreteras por más de 10 días.
Los bloqueadores vulneraron el derecho a la privacidad de los periodistas y revisaron los archivos fotográficos y de video de los teléfonos móviles, y los acusaron de ser “agentes de inteligencia”.
Toro defendió su derecho a la privacidad y exigió la devolución de los teléfonos móviles, pero en otro punto de la carretera fue obligado a quitarse un gorro que llevaba.
“En otro pueblo me interceptaron. Sáquese el gorro, ustedes deben ser policías y los vamos a quemar”, advirtieron los bloqueadores que emplearon la consigna surgida desde sectores que respaldan al expresidente Evo Morales: “prensa vendida”.
La ANP advirtió que la generación de esta consigna y su uso para justificar ataques a los equipos de prensa está generando alto riesgo para el trabajo de periodistas de medios independientes.
Según los bloqueadores que interceptaron a García y Toro, el único medio confiable para sus demandas es una radioemisora que emite señal desde el trópico de Cochabamba a través de redes sociales.
“Exigimos a los sectores movilizados respetar el trabajo de los periodistas y dejar de lado las agresiones y amenazas”, señala un comunicado conjunto de la Asociación de Periodistas de Oruro (APO) y del Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro (STPO).
La Unidad de Monitoreo de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) reporta agresiones a periodistas y medios desde hace 17 años, y sus noticias están destinadas a la difusión en medios informativos. La organización desaprueba toda forma de apropiación de datos e imágenes destinada a informes de ONG y fundaciones en Bolivia, sin autorización previa.