La Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de los Derechos Humanos ha manifestado su preocupación por la situación de violencia en Bolivia. Esto se debe a los recientes enfrentamientos que han resultado en al menos cinco muertes, entre las que se incluyen tres policías, un bombero y un civil, en las localidades de Llallagua y Cochabamba.
La organización ha instado a todos los sectores involucrados a priorizar el diálogo democrático. Además, ha solicitado que se realicen investigaciones imparciales sobre las muertes que han ocurrido en este contexto de violencia.
“Es urgente llevar a cabo una investigación imparcial y exhaustiva para establecer las responsabilidades detrás de estas muertes y los hechos de violencia, con el objetivo de garantizar justicia y prevenir la impunidad”, afirmó Jan Jarab, representante de ONU Derechos Humanos para América del Sur.
Medidas para reducir tensiones
Jarab también destacó la necesidad de tomar medidas inmediatas para reducir las tensiones en el país y evitar que la violencia se intensifique aún más.
El representante de la ONU subrayó que las normas internacionales de derechos humanos no protegen a aquellos que promueven o llevan a cabo actos violentos durante las manifestaciones, especialmente cuando estos actos resultan en lesiones o muertes.
Amenazas a autoridades electorales
Asimismo, se han reportado amenazas contra autoridades electorales y otras instituciones en Bolivia. “Hacemos un llamado a todos los sectores para que protejan la continuidad del proceso electoral democrático”, sostuvo Jarab.
Abordar causas estructurales
Finalmente, la Oficina de la ONU Derechos Humanos ha instado a las autoridades bolivianas a abordar las causas estructurales que alimentan la conflictividad social en el país.