El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden que prohíbe la entrada de nuevos estudiantes extranjeros en programas de intercambio en la Universidad de Harvard. Esta decisión se basa en preocupaciones sobre la seguridad nacional y posibles vínculos con el radicalismo. La medida se produce en un contexto de tensiones entre la Administración republicana y la prestigiosa institución educativa, que ha calificado esta acción como ilegal y una violación de sus derechos.
La Casa Blanca ha explicado que esta decisión es necesaria para «salvaguardar la seguridad nacional». Además, ha afirmado que Harvard ha «demostrado un historial de vínculos extranjeros preocupantes y radicalismo». La orden ejecutiva suspende la entrada al país de cualquier nuevo estudiante para Harvard bajo el Programa de Visas de Intercambio Estudiantil (SEVP). También se menciona que se revisará la posible revocación de las visas ya otorgadas si los estudiantes no cumplen con ciertos criterios establecidos por la orden.
Advertencias del FBI
La Administración ha argumentado que el FBI ha advertido que los «adversarios y competidores» extranjeros pueden aprovecharse del acceso a la educación superior estadounidense. Esto podría llevar al «robo de información técnica y productos, así como a la explotación de investigaciones y desarrollos costosos». La Casa Blanca sostiene que esto se hace para avanzar en sus propias ambiciones y para difundir información falsa por razones políticas o de otro tipo.
Duración de la orden
La orden firmada por Trump está prevista para durar 6 meses. A más tardar 90 días después de su proclamación, el procurador general y el secretario de Seguridad Nacional deberán presentar a Trump una recomendación sobre si es de interés para EE.UU. extender o renovar esta medida.
Reacción de Harvard
Trump justificó su decisión al afirmar que proteger el país requiere que las instituciones educativas proporcionen información suficiente sobre casos conocidos de mala conducta cometidos por estudiantes extranjeros. Esta responsabilidad recaerá en el Departamento de Estado, que es el encargado de otorgar las visas. Trump expresó: «En mi opinión, representa un riesgo inaceptable para la seguridad de nuestra nación que una institución académica se niegue a proporcionar información suficiente».

Respuesta a la medida
La Universidad de Harvard ha denunciado que la suspensión es una medida «ilegal» que «viola los derechos» de la universidad. En un comunicado, Harvard afirmó: «Este es otro paso más de represalia ilegal de la Administración que viola los derechos de la Primera Enmienda». La universidad también indicó que ha tomado medidas contra el antisemitismo, pero no aceptará condiciones impuestas por el presidente sobre cómo operar.
La Administración republicana ya había intentado prohibir a Harvard admitir estudiantes extranjeros, pero esa restricción fue bloqueada por una jueza federal el 29 de mayo. Harvard agregó que «la decisión de la corte del 29 de mayo permite a la Universidad seguir admitiendo a estudiantes y académicos internacionales mientras avanza el caso».
Harvard enfatizó que continuará protegiendo los derechos de sus estudiantes internacionales, quienes son vitales para su misión académica.