El 4 de junio se celebra el Día Mundial de la Fertilidad, una fecha que tiene como objetivo crear conciencia sobre las dificultades que enfrentan millones de personas para concebir. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre los hábitos poco saludables que afectan la salud reproductiva y ha enfatizado la importancia de buscar ayuda profesional ante problemas relacionados con la fertilidad.
La OMS ha indicado que “la infertilidad afecta a millones de personas y tiene un impacto significativo en sus familias y comunidades. Se estima que aproximadamente 1 de cada 6 personas en edad reproductiva en todo el mundo experimenta infertilidad a lo largo de su vida”. Entre los factores que contribuyen a esta condición se encuentran hábitos como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la obesidad.
Además, la OMS ha señalado que “la exposición a contaminantes ambientales y toxinas puede ser directamente perjudicial para los gametos (óvulos y espermatozoides), lo que resulta en una disminución de su número y calidad”. En cuanto a las causas de la infertilidad, se ha explicado que en los hombres, las dificultades suelen estar relacionadas con problemas en la eyección del semen, así como alteraciones en la cantidad, forma o movilidad de los espermatozoides.
En el aparato reproductor femenino, los problemas se vinculan con alteraciones en los ovarios, el útero, las trompas de Falopio o el sistema endocrino. Una investigación reciente ha vuelto a poner de manifiesto los efectos de la contaminación en la fertilidad. En Italia, un grupo liderado por Luigi Montano ha detectado microplásticos en el líquido folicular de mujeres que se sometieron a tratamientos de fertilización in vitro.
Hallazgos sobre microplásticos
“El hallazgo de microplásticos en el líquido folicular es un indicio de que estos contaminantes pueden estar afectando el desarrollo de los óvulos”, explicó Montano. Los microplásticos son fragmentos de menos de 5 milímetros que provienen tanto de productos que se han degradado como de artículos diseñados con esa medida. Estos compuestos ya han sido encontrados en alimentos, agua, aire y organismos humanos.
El principal riesgo asociado a los microplásticos se relaciona con los químicos que contienen; muchos de ellos incluyen bisfenol A (BPA), ftalatos y compuestos perfluorados (PFC), sustancias que son reconocidas como disruptores endocrinos. El estudio se realizó en Salerno, donde se analizaron 18 muestras y se encontraron microplásticos en 14 pacientes. La preocupación se centra en su posible influencia en el proceso de maduración de los óvulos.
El impacto del estrés
El estrés también es un factor importante a considerar. “La imposibilidad de quedar embarazada o la repetición de tratamientos sin éxito genera tensiones considerables”, se ha mencionado. Una tendencia creciente es la disminución de la reserva ovárica en mujeres jóvenes y del recuento espermático en hombres. La contaminación ambiental y los cambios en el estilo de vida pueden estar entre las causas de esta situación.
Además, la desinformación y la demora en buscar ayuda son obstáculos significativos, según los profesionales. Existen causas no modificables como enfermedades o el envejecimiento reproductivo. “Sabemos que la fertilidad… se reduce notablemente principalmente a partir de los 35 años”, han advertido los expertos.