El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Klaus Frerking, alertó sobre la crisis que enfrenta el sector productivo en Bolivia. Esta situación se debe a la escasez de combustible y la incertidumbre económica que afecta la campaña de invierno. Frerking hizo estas declaraciones durante una conferencia de prensa el 4 de junio de 2025.
El líder de la CAO enfatizó que el acceso limitado al diésel pone en peligro la producción agropecuaria en el país, especialmente en el contexto de la siembra de invierno, que abarca 1,2 millones de hectáreas.
Urgente necesidad de combustible
Frerking exigió decisiones inmediatas del Gobierno para asegurar el abastecimiento de diésel, un recurso esencial para la siembra y la producción agropecuaria en Bolivia. “El problema ya no es solo de abastecimiento, es de credibilidad. Si no hay confianza en el Estado, no sabemos hacia dónde vamos a terminar como actores económicos”, afirmó.
El presidente de la CAO también mencionó que el país enfrenta simultáneamente una crisis económica, energética y de institucionalidad. El acceso limitado al diésel, que es crucial para la maquinaria agrícola y la zafra cañera, pone en riesgo la producción de alimentos básicos como carne, leche, huevos y azúcar.
Requerimientos de diésel en junio
“El Gobierno tiene que garantizar la provisión oportuna de combustible. En junio se necesitan 28 millones de litros solo para la siembra. No podemos planificar si el combustible llega tarde o no llega”, subrayó Frerking.
El dirigente recordó que el sector agropecuario consume apenas el 16% del diésel total que requiere el país, lo que equivale a unos 390 millones de litros al año. Sin embargo, con este volumen, se sostiene el abastecimiento de alimentos para 11,5 millones de bolivianos.
Impacto en la zafra cañera
Frerking destacó que la zafra cañera, que representa más del 90% de la producción de azúcar en Bolivia, está en curso y necesita grandes volúmenes de combustible para evitar pérdidas. “Se trata de productos que no pueden cosecharse fuera de temporada”, afirmó.
Además, lanzó críticas a la política económica del Gobierno, a la que calificó de “intervencionista” y “contraproducente”. Señaló que el precio de los insumos agrícolas ha aumentado hasta un 250% en comparación con 2023, mientras que las transferencias bancarias en el sector agropecuario se incrementaron un 170%.
Desafíos del sector lechero
“Si yo tengo un costo 250% más alto, pero estoy regulado para vender, ¿cómo vamos a sostenernos? Esto no es viable. Necesitamos apertura del mercado y decisiones valientes”, cuestionó Frerking.
Como ejemplo, citó al sector lechero, que ya ha perdido más de 100 unidades productivas y produce 200 mil litros menos por día. “No podemos seguir trabajando con precios intervenidos y reglas que no reflejan la realidad del mercado”, agregó.
Restricciones a la exportación
Consultado sobre las restricciones a la exportación de carne y otros productos, Frerking advirtió que el cierre de mercados legales solo beneficia al contrabando. “La exportación deja divisas, genera empleo, da seriedad al negocio. El contrabando no deja nada. El Gobierno debe cuidar las fronteras y dejar de culpar al productor”, declaró.
Aseguró que solo el sector ganadero podría generar hasta 600 mil dólares por día si se libera el comercio exterior. “Si el Gobierno no tiene dólares para importar combustible, ¿por qué no permite que los sectores que pueden generarlos lo hagan?”, preguntó.
Exigencias al Gobierno
Finalmente, Frerking exigió al Gobierno que deje de lado los discursos y actúe con firmeza. “La agropecuaria boliviana no se hace en papel; se hace en el campo con decisiones reales, no con promesas. Es hora de dejar la política y gobernar con responsabilidad”, concluyó.
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