El activista Peter Beckhauser afirmó que Samuel Doria Medina, empresario y candidato presidencial por la alianza Unidad, ha dado instrucciones para impugnar la candidatura de Jorge Tuto Quiroga. Su objetivo, según Beckhauser, es eliminar a las demás “fuerzas políticas de derecha” y posicionarse como el único candidato opositor en las elecciones generales.
Beckhauser mencionó que esta estrategia fue discutida en una reunión celebrada en La Paz. En este encuentro también estaban presentes el operador político Roberto Moscoso y la diputada de Comunidad Ciudadana, Senaida Rojas.
El activista aseguró que Doria Medina tenía la intención de ganar la elección “en mesa”, eliminando previamente a sus competidores del espectro opositor. “Mandó a impugnar a Tuto. Roberto Moscoso le dijo a Senaida: ‘vayan por Tuto’. Yo estuve en esa reunión. Ese tipo no puede ser la figura de unidad, porque ordenó impugnar a toda la oposición”, declaró este domingo 1 de junio a la red DTV.
Debilitamiento del bloque opositor
Según Beckhauser, en lugar de enfrentar al oficialismo, Doria Medina busca debilitar al bloque opositor para quedar como el único postulante en la papeleta. Aseguró que la intención era concentrar toda la representación de la derecha en su candidatura mediante maniobras legales.
Reacción desde la alianza Unidad
Desde la alianza Unidad, el dirigente José Luis Bedregal negó categóricamente las acusaciones y descalificó al denunciante. Bedregal alegó que Beckhauser no tiene trayectoria democrática y lo vinculó con el vicepresidente David Choquehuanca, describiéndolo como un operador para desestabilizar el proceso electoral.
Demandas de explicaciones
Por su parte, el diputado opositor Alberto Astorga solicitó una explicación a su colega Rojas sobre las impugnaciones presentadas contra Quiroga y otros candidatos del bloque opositor. También criticó las supuestas intenciones de Doria Medina, a quien acusó de utilizar “maniobras indecorosas” y financiar encuestas para favorecer su candidatura, según reportó Erbol.
Astorga instó al Tribunal Supremo Electoral y al Tribunal Constitucional Plurinacional a resolver con prontitud las impugnaciones. Esto es fundamental para garantizar certeza al electorado y evitar una mayor fragmentación de la oposición frente al oficialismo.