Este domingo 1 de junio de 2025, México realizará su primera elección popular para elegir a los funcionarios del poder judicial. Por primera vez, los ciudadanos podrán votar directamente por jueces y magistrados. Esta medida fue aprobada por el Congreso en septiembre de 2024 y ha generado una serie de reacciones, especialmente entre los sectores de la oposición, que han convocado a un boicot y anticipan que la participación ciudadana será baja. El Instituto Nacional Electoral (INE) ha asegurado que el proceso será transparente y contará con la observación de organismos nacionales e internacionales.
Reacciones de la oposición
Desde que se anunció esta medida, han surgido diversas reacciones entre los opositores. Dirigentes políticos han expresado su preocupación, advirtiendo que esta elección podría poner en riesgo la independencia del poder judicial. Argumentan que los nuevos funcionarios podrían estar influenciados por intereses externos, incluidos los del crimen organizado. En respuesta, varias agrupaciones han organizado una marcha nacional y están promoviendo la abstención como forma de protesta.
Voces críticas
Entre los críticos se encuentra la senadora y excandidata presidencial Xóchitl Gálvez, quien ha manifestado que esta votación representa una amenaza para la división de poderes. También ha opinado el académico Macario Schettino, del Tecnológico de Monterrey, quien ha cuestionado el proceso y lo ha calificado como un despropósito. Schettino ha señalado que los ciudadanos se enfrentarán a boletas confusas, sin conocer a los candidatos ni entender las funciones de los cargos en disputa.
“Se trata de un proceso absurdo, en el que las personas votan por un candidato que no conocen, para puestos cuyas funciones ni siquiera imaginan, en boletas inescrutables que además no serán contadas por los ciudadanos, se contarán en lo ‘oscurito’”, afirmó Schettino.
Defensa del INE
Ante estas críticas, el INE ha defendido la legitimidad del proceso electoral. La consejera presidenta de la entidad, Guadalupe Taddei, ha expresado su preocupación por las campañas que fomentan el abstencionismo. Taddei ha recalcado que votar es un compromiso democrático y ha reiterado que el organismo garantizará la transparencia de la elección.
Observación nacional e internacional
La jornada electoral será supervisada por misiones de observación tanto nacionales como internacionales. La Organización de Estados Americanos (OEA) enviará una delegación especial, y se espera la presencia de 375 observadores de 40 países. La secretaria ejecutiva del INE, Claudia Arlett Espino, ha asegurado que los resultados tendrán un alto grado de confianza. Además, ha explicado que ninguna persona ajena a la autoridad electoral tendrá acceso directo a la información recogida en las actas al cierre de las casillas.
No obstante, el cómputo final de los resultados podría tardar hasta 10 días.
Desafíos para los votantes
Otro aspecto que complica el escenario es el limitado conocimiento que tiene la población sobre los perfiles de los candidatos en contienda. El académico Carlos Maldonado Alvarado, de la Universidad Iberoamericana, ha señalado que revisar cada candidatura en detalle resulta inviable para la mayoría de los ciudadanos. Esta falta de información podría afectar la calidad del voto emitido.
LDVY