
Por: Alvaro Escalera
“Estoy en reunión” o “no estoy autorizado para hablar”; son dos de las frases más comunes que hoy en día escuchamos quienes ejercemos el periodismo, especialmente aquellos que lo hacemos por fuera de los centros de poder político-administrativo o económico, vale decir, La Paz y Santa Cruz.
Esas frases, que en algún punto pueden ser argumentos reales para no atender las preguntas de la prensa, en la mayoría de los casos son simplemente “escudos”, muy efectivos por cierto, que emplean autoridades o funcionarios, para evitar brindar información y responder, no solo a las inquietudes de los periodistas, sino en realidad a las preocupaciones de la gente, por tanto, de alguna manera, representa una vulneración a la libertad de información.
El reciente miércoles 28 de mayo, un equipo periodístico del matutino LA PATRIA estuvo en el edificio principal de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), para intentar conversar con el representante regional. Desde las 14:45 hasta las 17:15 horas, dicho empleado del Estado, no atendió al requerimiento de una entrevista, que solo buscaba recabar información respecto a la distribución de combustible en Oruro, un tema que es de suma preocupación para la gente en estos días.
Las razones que daban en la recepción es que “estaba en reunión”, que inicialmente solo debía ser de 20 minutos, pero hasta que el equipo de prensa abandonó el edificio, no había terminado aún, o al menos eso dijeron.
Esto podría ser un hecho aislado, pero no. En instituciones como YPFB, la ANH, el Servicio de Impuestos Nacionales, la Contraloría, la AJAM y otras más que tienen su oficina central en La Paz o Santa Cruz, la posibilidad de obtener información en sus regionales, es casi nula, pues los gerentes, directores o como se denomine al encargado de la entidad, casi siempre está en una reunión o sencillamente no “tiene autorización para declarar”, algo que de ser cierto sería terrible para las libertades de prensa e información y de no serlo, también, porque se estaría mintiendo no solo a los reporteros, sino también a la gente, que es la que finalmente paga sus salarios con sus impuestos.
Algunos intentan zafar de la situación derivando al periodista con el área de comunicación de la institución a nivel nacional, lo que normalmente acaba en llamadas y mensajes vilmente ignorados por funcionarios en La Paz.
Por eso hago un llamado a la gente que está en instituciones del estado, para que empiecen a ser más respetuosos, no con los periodistas en sí, sino con la población, que es la que finalmente se beneficia de tener información veraz, oportuna y completa, y que es lo menos que merece, más aún en estos tiempos de crisis.
Alvaro Escalera es un periodista y actual Jefe de Redacción de LA PATRIA.