El gobierno boliviano ha aprobado el Decreto Supremo 5407, que establece regulaciones para la producción de arroz y maíz en el país. Esta medida tiene como objetivo principal garantizar el abastecimiento de estos productos esenciales. El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores Lazo, anunció un incremento del 38% en la producción de arroz y del 26% en la producción de maíz en comparación con años anteriores.
La implementación de este decreto busca asegurar la materia prima necesaria para nueve plantas de industrialización distribuidas a nivel nacional. Se prevé que durante los próximos cinco años se realice una inversión de 350 millones de bolivianos en este sector.
Abastecimiento para la industria
El decreto no solo garantiza el consumo familiar, sino que también asegura la materia prima para las plantas industriales. En la zona Norte se encuentran la planta de copio, transformación y almacenamiento de Ixiamas, así como el complejo industrial de San Andrés de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa). Esta última requiere 20 mil toneladas de maíz y 62 mil toneladas de arroz.
En la región del Chaco, están ubicadas la planta de almacenamiento y transformación de grano en Yacuiba y la planta en Cabezas, que necesitan 54 mil toneladas de maíz. En la zona centro, se encuentran las plantas de Ivirgarzama, Cuatro Cañadas, San Julián, el centro de acopio de San Pedro y el ingenio arrocero Yapacaní, que requieren 194 mil toneladas de maíz y 16 mil toneladas de arroz al año.

Requerimientos de la industria
Con este programa, se espera cubrir las 268 mil toneladas anuales que necesita la industria implementada por el gobierno. Además, se atenderán las 78 mil toneladas de arroz que requieren estas plantas industriales para su acopio y abastecimiento a nivel nacional.
Flores Lazo destacó que “no tenemos desabastecimiento a nivel nacional”. Sin embargo, también mencionó que hay especulación en los precios del arroz. Los productores venden el mejor arroz entre 400 y 420 bolivianos, pero algunos comerciantes lo ofrecen a precios superiores, alcanzando entre 500 y 550 bolivianos. Esta situación ha generado preocupación en el gobierno debido al aprovechamiento por parte de ciertos comerciantes.
Situación del aceite
En relación al aceite, se ha habilitado la exportación de 250 mil toneladas debido a un aumento en la producción. Se estima que solo el 30% del aceite refinado se destina al consumo interno, mientras que el resto se exporta. Los industriales han indicado que entregan a los comercializadores litros de aceite a precios que rondan los 13 bolivianos, mientras que estos lo venden a precios que superan los 20 bolivianos.
La industria aceitera comenzará a operar en junio y se espera que esta medida regule los precios internos. El ministro afirmó: “nosotros queremos un precio justo, un precio aceptable para el pueblo boliviano”. Además, se están realizando controles para evitar abusos tanto en el precio del arroz como en el del aceite.