Joël Le Scouarnec, un excirujano de 74 años, fue condenado el miércoles 28 de mayo de 2025 a 20 años de prisión por abusos sexuales cometidos contra 299 víctimas, la mayoría de ellas menores de edad. El Tribunal de lo Criminal de Vannes, ubicado en Bretaña, halló culpable a Le Scouarnec de casi todos los cargos en su contra y le impuso la pena máxima permitida por la legislación francesa para delitos de violación.
La sentencia establece que el condenado deberá cumplir al menos dos tercios de la pena antes de poder acceder a algún beneficio penitenciario. Además, se le ha prohibido de por vida cualquier actividad relacionada con menores. A pesar de la gravedad del caso, el fallo ha generado molestia entre las víctimas y sus abogados, quienes advierten que, debido al sistema de acumulación de penas vigente, el condenado podría salir libre en solo 6 años.
Condena previa y acumulación de penas
Le Scouarnec ya se encuentra cumpliendo una condena anterior de 15 años dictada en 2020. La nueva pena de 20 años se sumará a esa condena, pero no se han establecido medidas de seguridad adicionales que impidan su liberación una vez que haya cumplido el tiempo mínimo. El tribunal justificó esta decisión al señalar que el acusado mostró arrepentimiento y voluntad de reparar durante el juicio.
Reacciones de las víctimas
Para muchas de las víctimas, esta explicación no es suficiente. Una de ellas, Amélie Lévéque, expresó que “la sensación es que no nos han escuchado”. Algunas representantes legales también afirmaron que, aunque se aplicó la sanción más dura, esta no parece proporcional al daño causado por los abusos.
Defensa del tribunal
La presidente del tribunal, Aude Buresi, defendió la decisión tomada. Indicó que el castigo refleja la gravedad de los delitos, el comportamiento obsesivo del condenado y su actitud depredadora. Añadió que, a pesar de que se trata de un hombre mayor, no se puede garantizar que no represente un riesgo si vuelve a estar cerca de niños.
Audiencia breve y reacción del condenado
El veredicto fue leído en una audiencia breve que duró apenas 13 minutos. Durante este tiempo, Le Scouarnec permaneció de pie, sin pronunciar una palabra y sin mostrar ninguna reacción mientras escuchaba la resolución del tribunal.
LDVY
