La segunda fumata negra apareció la mañana de este jueves 8 de mayo de la chimenea de la Capilla Sixtina. Esta señal indica que aún no se ha llegado a un acuerdo en el cónclave para elegir al próximo papa. La Plaza de San Pedro recibió la noticia con tranquilidad, aunque muchos visitantes esperan regresar por la tarde con la esperanza de presenciar el esperado anuncio.
Alrededor de 10,000 personas se encontraban en el lugar, un número considerablemente menor al de la noche anterior, cuando más de 30,000 personas aguardaron en vano la aparición del humo blanco.
Turistas españoles en el Vaticano
Entre los presentes, un grupo de turistas españoles provenientes de Asturias llegó justo en el momento de la fumata. Aprovecharon la ocasión para tomarse fotos y comentaron que todavía es temprano para que se tome una decisión definitiva en el cónclave.
Pareja salvadoreña en la plaza
También estaban Nataly y Fernando, una pareja salvadoreña que viajó a Italia por vacaciones. Al enterarse de la coincidencia con el cónclave, decidieron acercarse al Vaticano. Aunque el humo fue negro, planean volver por la tarde. Consideran este un evento único y quieren aprovechar la oportunidad.
Ambiente de expectativa
El ambiente era tranquilo pero lleno de expectativa. Algunos peregrinos avanzaban hacia la Puerta Santa para cruzarla y ganar el Jubileo, mientras otros se retiraban con la esperanza puesta en la próxima votación.

Opiniones de las españolas
Tres españolas que participan en un curso de formación también se acercaron a la plaza. Por la mañana tienen tiempo libre, pero en la tarde deben asistir a clases, por lo que no saben si podrán regresar. Una de ellas considera este momento más como un hecho histórico que religioso.
Sus compañeras, en cambio, esperan que el nuevo pontífice continúe el camino de apertura que inició Francisco. Desean ver cambios reales en la Iglesia y que se dé más protagonismo a la mujer en su estructura.
La jornada concluyó sin papa, pero con miles de personas expectantes y dispuestas a volver a San Pedro para, quizás, presenciar la señal definitiva.