La Policía de Australia ha emitido una alerta sobre la circulación de butanodiol, un disolvente químico que se utiliza para adulterar bebidas y alimentos. Esta sustancia ha sido vinculada a delitos graves, incluyendo robos y violaciones. En lo que va del año, las autoridades han confiscado más de 3,8 toneladas de butanodiol en el país, con un enfoque especial en el estado de Nueva Gales del Sur.
Las autoridades han advertido que el consumo de butanodiol puede tener efectos muy graves en la salud. Desde mayo de 2024, se ha intensificado el control en las fronteras para frenar la entrada de esta sustancia peligrosa.
Importación ilegal en aumento
En un comunicado, las autoridades explicaron que el butanodiol, también conocido como “fantasía o bute”, está llegando a las costas australianas en una ola de importación ilegal. Desde que se modificaron las leyes para bloquear la entrada de cargamentos ilegales, los cuerpos de seguridad han confiscado un total de 18,3 toneladas de butanodiol en diferentes operativos.

Efectos en la salud
El consumo de esta droga tiene efectos devastadores, ya que “deprime el sistema nervioso central, ralentizando la comunicación entre el cerebro y el cuerpo”. Esto puede llevar a quienes la ingieren a experimentar somnolencia, confusión, desmayos, pérdida de memoria, convulsiones, pérdida de consciencia o incluso la muerte. La Policía ha señalado que una cantidad de miligramos “puede marcar la diferencia entre sobrevivir o no”.
Preocupación por sobredosis
Las autoridades están cada vez más preocupadas por los informes que indican que el butanodiol es una de las principales causas de sobredosis, tanto mortales como no mortales, en Australia. Además, se ha descubierto que se utiliza para facilitar agresiones sexuales.
Castigo severo por tráfico
Australia ha clasificado el butanodiol al mismo nivel que la metanfetamina, la heroína y la cocaína. Por lo tanto, el tráfico ilegal de esta sustancia puede ser castigado con penas de hasta cadena perpetua.