Transportistas y campesinos llevaron a cabo este miércoles diversas protestas en Bolivia para exigir al Gobierno una solución definitiva a la escasez de combustibles y a la inflación. Los manifestantes advirtieron que si no son escuchados, realizarán más acciones en el futuro.
Los transportistas sindicalizados de El Alto están en huelga y han bloqueado varias calles. Por su parte, los indígenas ponchos rojos han organizado una marcha hacia las sedes del Ejecutivo y el Legislativo para hacer escuchar sus demandas.
Juan Roberto Quisbert, dirigente transportista, comentó: «Este paro (huelga) se realiza por la falta de combustible. Tenemos que trabajar un día y al otro tenemos que hacer fila para el combustible. Tenemos deudas con los bancos y con la Alcaldía».
Aumento de precios
El vocero gremial también indicó que los precios de los alimentos, los repuestos para vehículos y la mano de obra mecánica han aumentado entre un 150% y 200%. Esta situación económica se ha vuelto «insostenible» para los transportistas.
El Gobierno de Luis Arce ha culpado a la falta de dólares por el abastecimiento irregular de combustible en todo el país. Para mitigar la crisis, se han propuesto varias medidas, como fomentar el teletrabajo, implementar horarios continuos y promover clases virtuales.

Impacto en el servicio de transporte
La huelga de transporte en El Alto ha llevado a la suspensión del servicio en varios barrios de la ciudad. Grupos de choferes se han apostado en puntos estratégicos con sus vehículos para obstruir el paso de otros automóviles y peatones.
En algunos de estos bloqueos, se han registrado enfrentamientos entre transportadores que decidieron trabajar y aquellos que se unieron a la protesta. Algunos manifestantes incluso pincharon los neumáticos de varios automóviles.
Marchas en La Paz
Además, choferes de transporte intermunicipal en el departamento de La Paz marcharon desde El Alto hacia la ciudad de La Paz para reclamar por la falta de carburantes. Luis Chávez, principal dirigente de este sector, afirmó que la situación en las provincias «es peor» porque «hace 3 semanas» no hay gasolina ni diésel. También ha comenzado a escasear el gas licuado de petróleo (GLP), que se utiliza principalmente en los hogares.

Demandas de los indígenas
Los indígenas aimaras ponchos rojos también han exigido al Gobierno de Luis Arce la destitución de algunos ministros y una solución a la falta de combustibles. En respuesta, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, consideró que las protestas son convocadas por ciertos sectores políticos que buscan aprovechar la situación en esta etapa preelectoral para «politizar» los problemas que afectan al país.
Bolivia enfrenta desde hace algunos días un tercer episodio de escasez de combustibles en menos de un año. Esto ha generado largas filas en las estaciones de suministro y se ha reportado una falta de dólares desde 2023, lo que coincide con la reducción de las reservas internacionales netas (RIN) y el declive de los ingresos por la exportación de gas natural.
El año pasado, Bolivia cerró con una inflación acumulada del 9.97%, la más alta desde 2008, cuando se registró una inflación del 11.8%. Para febrero de 2025, la inflación acumulada fue del 3.24%.