El exvocero presidencial Jorge Richter ha señalado que la confrontación política entre el Presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales ha desviado la atención de la gestión del gobierno. Esta situación ha contribuido a la actual escasez de dólares y combustibles en Bolivia.
Richter, quien dejó su cargo en el gobierno hace 9 meses, destacó que esta problemática refleja una crisis económica que se ha ido agravando desde principios de 2023.
Desviación de la atención gubernamental
Richter afirmó que «la lucha política (con Morales) ha distraído esfuerzos del presidente, que debieron ser dedicados a lo económico, al crecimiento y ordenamiento del país, al desarrollo institucional y a la reconciliación de los bolivianos».
La disputa entre Arce y Morales por el control del Movimiento al Socialismo (MAS) y las decisiones gubernamentales ha terminado por «desordenar» la gestión del Ejecutivo. A pesar de sus recomendaciones, el exvocero indicó que «está claro que el presidente no construyó una (buena) relación».
La búsqueda de Morales
La constante búsqueda de Evo Morales por regresar a la Presidencia de Bolivia se da tras haber perdido la jefatura del partido oficialista en noviembre. Mientras tanto, analistas consideran que Arce es la principal opción del oficialismo para buscar la reelección.
Richter opinó que Arce «perdió la oportunidad de demostrar que era un estadista y resolver los problemas económicos» cuando los ingresos por las exportaciones de gas natural comenzaron a disminuir.
Responsabilidades compartidas
Según el exvocero, Arce comparte responsabilidad con Morales por la actual situación económica de Bolivia. El politólogo mencionó que el país enfrenta su «tercera crisis» por falta de combustibles en menos de un año, tras la escasez que se presentó en agosto y septiembre de 2024.
La falta de dólares ha persistido desde principios de 2023, coincidiendo con la disminución de las reservas internacionales netas (RIN), que hasta diciembre de 2023 llegaron a 1,974 millones de dólares, en comparación con los 15,122 millones que se tenían en 2014.
Medidas del presidente Arce
Arce ha admitido que Bolivia no cuenta con suficientes dólares para costear la importación de combustibles, cuyo precio se mantiene fijo desde 2005 debido a una subvención estatal. Anunció medidas para reducir la demanda y el consumo de carburantes, pero enfatizó que Bolivia «no está quebrada» económicamente.
Richter consideró que el presidente «tiene un exceso de dogmatismo (económico) que le impide ver las necesidades» del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (Mescp).
Falta de autocrítica
Además, Richter sostuvo que la formación económica de Arce «no es lo suficientemente fuerte como para poder avanzar en reformas del modelo económico sin creer que está traicionando sus pilares fundamentales», como la inversión pública y el pago de bonos y subsidios.
Richter cuestionó que Arce «no tiene una autocrítica», ya que siempre hay un traslado de responsabilidades hacia otros.
Futuro político incierto
Con esta situación, Richter consideró que Arce «no tiene ninguna posibilidad» para ser reelegido, dado el bajo apoyo en las encuestas. Sin embargo, anticipó que el presidente buscará ser «el único candidato de la izquierda» mediante una estrategia de «desgaste y exclusión de otros candidatos».