La presión por el aumento del turismo en la Antártida, especialmente por parte de personas con alto poder adquisitivo, es motivo de preocupación para los firmantes del Tratado Antártico y las organizaciones no gubernamentales (ONG) que se dedican a la conservación de uno de los «últimos espacios naturales, vírgenes y vulnerables» del planeta. Así lo explicó en una entrevista con EFE el consultor de la Coalición Antártica y del Océano Austral (ASOC), Ricardo Roura.
Roura también mencionó que, tras la pandemia, se ha observado un incremento en el número de turistas que visitan la Antártida entre octubre y marzo. En 2024, se registraron 124,000 visitantes, y esta cifra podría seguir aumentando en los próximos años.
Coalición Antártica y su labor
La Coalición Antártica y del Océano Austral (ASOC) es una alianza de organizaciones no gubernamentales (ONG) ambientales, establecida en 1978, que trabaja para proteger la Antártida y el Océano Austral.
Regulación del turismo
El auge del turismo fue uno de los temas discutidos en la 46ª reunión consultiva del Tratado Antártico, que se llevó a cabo en India en mayo de 2024. En esta reunión, representantes de más de 56 países abordaron la «gestión sostenible de la Antártida», así como los impactos de la actividad humana y la crisis climática en el continente blanco.
La Antártida es un continente sin propietarios, según lo establece el Tratado Antártico de 1959, que lo designa como un territorio dedicado «a la paz y la ciencia». En este lugar, no se permite la exploración de recursos naturales. Sin embargo, Roura advierte que el tratado enfrenta presiones, ya que hay miembros con visiones muy definidas sobre ciertos temas.
A pesar de esto, el consultor considera que «el tratado funciona bien». En los últimos 2 o 3 años, las partes consultivas, con la participación de ASOC en las negociaciones, han estado desarrollando un «marco regulatorio del turismo en la Antártida». Este marco busca regular el turismo de manera más efectiva, ya que la regulación actual es bastante limitada.
Crecimiento del turismo
El turismo ha tenido «una trayectoria creciente impresionante y muy rápida», que sigue en aumento, mutando y expandiéndose. Esto se debe a la aparición de nuevas formas de acceso, nuevos medios de transporte y nuevas actividades que se realizan. Aunque existen ciertos requisitos para los operadores turísticos, las actividades, los espacios de visita y las formas de hacer ciertas cosas no están suficientemente limitadas.
En la Antártida, miles de personas llegan en cruceros que pueden llevar hasta 500 pasajeros, quienes pueden desembarcar en algunas zonas. También hay barcos que transportan a 1,000 o más pasajeros, que solo pueden navegar alrededor del continente helado. Además, hay «turistas de gran poder adquisitivo» que llegan en aeronaves privadas y aterrizan en pistas de hielo.
Impacto ecológico del turismo
El turismo de alto poder adquisitivo deja una «profunda huella ecológica», según Roura. Esto se debe a las emisiones generadas por los vuelos privados, que permiten a los turistas ahorrar 4 días de crucero (2 de ida y 2 de vuelta) y pasar más tiempo en la Antártida. Esto, a su vez, aumenta la presión por la contaminación de aguas residuales y la invasión de hábitats naturales.
La presión también se ve incrementada por la presencia de una gran flota de barcos asiáticos que pescan krill casi todo el año. Estos barcos se desplazan hacia la península Antártica, donde llegan los turistas. Aunque no coinciden en el tiempo, sí ocupan la misma zona.
Este año, la distribución del hielo marino bloqueó el paso de los barcos, obligándolos a desplazarse hacia donde se encontraban los turistas. Esto resalta la cantidad de actividades que se realizan en esa área antártica, donde habitan pingüinos que ven invadidos sus hábitats.
Medidas de protección recomendadas
A pesar de que el Protocolo de Madrid incluye medidas para minimizar los impactos ambientales y proteger la biodiversidad, Roura denuncia que hay problemas como la presencia de microplásticos, que son generados principalmente por la industria pesquera, y el tratamiento inadecuado de aguas residuales.
Por esta razón, desde ASOC se recomiendan varias medidas. Entre ellas, se sugiere aumentar la creación de áreas marinas protegidas (AMP) para alcanzar el 30% de territorios terrestres, marinos y litorales protegidos, de acuerdo con el Tratado Kunming Montreal de Biodiversidad. También se propone limitar las zonas de visita y adoptar medidas de protección para la Antártida.
Fuente: EFE.
