La Iglesia católica de Bolivia ha solicitado al Gobierno de Luis Arce que implemente «medidas estructurales» para enfrentar la crisis económica y social que atraviesa el país. Esta solicitud se realizó en un comunicado emitido el jueves 13 de marzo de 2025, en un contexto de protestas ciudadanas debido a la situación actual.

La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) ha valorado en su comunicado el «esfuerzo» del Ejecutivo por iniciar acciones que busquen «mejorar la organización y apoyar la producción, así como cuidar la economía nacional». Esto se refiere a las medidas anunciadas por Arce en respuesta a la escasez de combustibles. Sin embargo, los obispos bolivianos han señalado que «ante la situación tan complicada que vivimos como país, creemos que las soluciones propuestas no remedian el problema».
Según la CEB, las acciones del Gobierno no corrigen la situación fundamental que enfrenta Bolivia, que es la crisis económica y social. Por lo tanto, consideran necesarias «medidas estructurales» que incluyan la importación de petróleo «libre de impuestos», la reducción del gasto público, el fomento de las exportaciones y el fortalecimiento de la inversión privada.
Propuestas de la Iglesia católica
Además, la CEB ha enfatizado la importancia de «un cambio de modelo económico que pase de una economía de redistribución a una que genere riqueza». Las medidas propuestas por la Iglesia, según su comunicado, deben ser efectivas para solucionar los problemas que enfrenta Bolivia. También han agregado que «se requiere una transformación estructural hacia un sistema económico sostenible» y no solo «paliativos momentáneos que no solucionan el problema de fondo».
Medidas del Presidente Arce
El Presidente Luis Arce ha anunciado un total de diez medidas en respuesta a la escasez de combustibles, la cual ha sido atribuida a la falta de dólares para su importación. Entre estas medidas se encuentran el horario continuo laboral, el teletrabajo y las clases virtuales. Arce también ha reiterado su pedido al Legislativo para que apruebe créditos externos por más de 1,600 millones de dólares, con el objetivo de devolver liquidez a la economía boliviana.
El Gobierno ha acusado en varias ocasiones a las fuerzas opositoras y a disidentes del Movimiento Al Socialismo (MAS), quienes son leales al expresidente Evo Morales, de sabotear su gestión al frenar la aprobación de estos préstamos.
Escasez de combustibles y protestas
La falta de dólares en el país ha persistido desde 2023, mientras que desde 2024 han surgido problemas en el abastecimiento de combustibles. Esta escasez se ha hecho evidente en los últimos días, con largas filas de vehículos formándose a diario en las estaciones de servicio. Esta situación ha provocado nuevas protestas en regiones como Santa Cruz, donde los ciudadanos se manifestaron con ollas vacías.