Estados Unidos ha decidido imponer aranceles del 25 % a las importaciones de acero y aluminio a partir del miércoles 12 de marzo de 2025. Esta medida afecta principalmente a Brasil, México, Corea del Sur y Vietnam en el caso del acero, y a Emiratos Árabes Unidos, Rusia y China en el aluminio. Además, Canadá, que es el mayor proveedor de estos metales a EE.UU., verá un incremento adicional del 50 % en los aranceles debido a una disputa relacionada con el precio de la electricidad en Ontario.
Los nuevos aranceles comenzaron a aplicarse justo después de la medianoche, sin excepciones. Esta decisión se toma en un contexto de incertidumbre en los mercados, provocada por los cambios en la política comercial del Gobierno de Donald Trump. El presidente estadounidense anunció que la tasa para Canadá sería el doble, alcanzando el 50 %, como respuesta al aumento del 25 % en el precio de la electricidad que Ontario suministra a Estados Unidos.
Trump explicó que esta decisión es una reacción a la postura adoptada por la provincia canadiense. En respuesta, Doug Ford, el jefe de Gobierno de Ontario, anunció la suspensión temporal de la subida de tarifas eléctricas para los estados de Míchigan, Minnesota y Nueva York. Ford y el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, acordaron retomar el diálogo y se reunirán este jueves en Washington.
El presidente Trump, al enterarse del anuncio de Ford, dejó abierta la posibilidad de suspender los aranceles adicionales al acero y aluminio provenientes de Canadá. «Había un señor muy fuerte en Canadá que dijo que iba a imponer impuestos y costes a la electricidad de Estados Unidos y hemos sido informados hace poco que no lo va a hacer», indicó Trump. También mencionó que «probablemente» reconsiderará esos nuevos aranceles contra Canadá.
A pesar de este mensaje conciliador, Wall Street cerró con otra caída tras el descenso significativo del lunes. Esto resalta el impacto negativo que los cambios políticos están teniendo en los mercados, generando temores sobre una posible recesión en EE.UU. Inversores y expertos intentan anticipar si la ofensiva arancelaria es un plan a largo plazo o una estrategia para obtener resultados inmediatos.
Trump dejó un comentario durante un foro empresarial que parece apuntar hacia lo segundo: «La gran victoria no es el arancel…; la gran victoria es si (las empresas) se mudan a nuestro país». Desde su regreso a la Casa Blanca, ha activado aranceles para corregir déficits comerciales que considera injustos para Washington y como medida de presión contra México, Canadá y China para reducir el flujo de fentanilo que entra por las fronteras estadounidenses.