Las autoridades han confirmado este jueves que no hay supervivientes del accidente aéreo que ocurrió anoche. Este trágico evento fue causado por la colisión entre un helicóptero militar y un avión comercial que transportaba 64 personas, las cuales se precipitaron en las frías aguas del río Potomac.
El jefe de bomberos y servicios de emergencia de Washington, John Donnelly, informó el 30 de enero que los equipos de rescate, que trabajaron durante toda la noche en las gélidas aguas del río, han cambiado su enfoque de una operación de búsqueda y rescate a una de recuperación.
Donnelly agregó: «En este momento no creemos que haya supervivientes. Hemos recuperado 27 personas del avión y una del helicóptero».
El accidente involucró un helicóptero militar Black Hawk, que llevaba 3 personas, y un avión comercial Bombardier CRJ700 de American Eagle, una filial regional de American Airlines, que transportaba 60 pasajeros y 4 tripulantes. La colisión ocurrió mientras el avión se aproximaba a la pista 33 del aeropuerto Ronald Reagan (DCA).
La tragedia aérea más grave
Este accidente se considera el más grave en EE.UU. en casi 24 años. Según el secretario de Transporte, Sean Duffy, «era evitable», aunque la investigación aún está en curso.
El vuelo 5342 de American Eagle, que provenía de Wichita (Kansas), estaba realizando su aproximación al aeropuerto Ronald Reagan de la capital estadounidense cuando, a las 20:48 horas del miércoles, chocó con el helicóptero militar que llevaba 3 personas a bordo.
La federación de patinaje artístico de Estados Unidos ha indicado que algunos de los pasajeros eran patinadores, entrenadores y familiares que habían participado en un campeonato en Wichita.
Solidaridad con las familias
En otra conferencia de prensa, la alcaldesa de Wichita, Lily Wu, habló sobre los recursos disponibles para las familias afectadas por esta tragedia y expresó su solidaridad con la capital de EE.UU.
Wu afirmó: «Esta terrible tragedia unirá para siempre a Washington D.C. y Wichita, Kansas».
Investigación en curso
El secretario de Transporte explicó que el avión estaba realizando una aproximación normal para aterrizar y que «algo salió mal», ya que es habitual que los helicópteros militares compartan el espacio aéreo con aviones civiles en esa área.
Duffy también mencionó que el fuselaje del avión de American Eagle fue encontrado invertido y en tres secciones distintas en aguas poco profundas. Las labores de recuperación de los restos continuarán durante el día.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) se encargará de investigar el accidente y analizar los restos para determinar las causas del siniestro.
Condiciones del accidente
En el momento del accidente, las condiciones meteorológicas en Washington eran óptimas, con cielo despejado y sin fuertes vientos. Los audios de las comunicaciones de radio con la torre de control indican que los controladores advirtieron al helicóptero sobre el tráfico en su vecindad y que debían estar atentos al CRJ700.
Duffy explicó que el helicóptero «seguía un patrón estándar» y que el avión de American Eagle también estaba en una trayectoria normal de aproximación al aeropuerto. Sin embargo, reconoció que ocurrió un evento que llevó al accidente, el cual está siendo investigado por las autoridades.
El aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, donde el avión siniestrado tenía previsto aterrizar, cerró tras el accidente, pero se espera que reabra hoy a las 11:00 horas (16:00 GMT).
En el momento del accidente, la temperatura del agua era de 4 grados centígrados y había placas de hielo en algunas zonas del río, lo que complicó las labores de rescate.
Fuente: EFE.