Las precipitaciones pluviales que se han registrado durante las primeras semanas de este año han permitido que los lagos Uru Uru y Poopó mejoren notablemente. Esta información fue proporcionada por Olson Paravicini, secretario departamental de Medio Ambiente, Agua y Madre Tierra de la Gobernación de Oruro.
Según Paravicini, la mayoría de los lugares alrededor de estos espejos de agua se han convertido en una fuente de ayuda y esperanza para las comunidades que viven en sus cercanías. Sin embargo, también se expresa la preocupación de que las lluvias no causen inundaciones en otros sectores ni bloqueen el acceso de los municipios a la ciudad de Oruro.
Importancia del monitoreo
El secretario enfatizó la necesidad de realizar monitoreos constantes para prevenir problemas relacionados con inundaciones, desbordes y otros inconvenientes que podrían surgir durante esta temporada de lluvias. En el departamento de Oruro, aún se prevén lluvias para las próximas semanas.
En el caso de los lagos Uru Uru y Poopó, que son sitios Ramsar, se solicita llevar a cabo controles, ya que algunas áreas del lago Uru Uru han sido urbanizadas, lo que podría representar un riesgo debido a la humedad del suelo.
Evaluación de la situación
Se espera que para finales de enero se realice una evaluación más concreta sobre el aumento del nivel del agua, especialmente en el lago Poopó, que durante años no ha podido recuperar su caudal. Este lago es el segundo más grande de Bolivia y estuvo completamente seco por un tiempo prolongado.
Controles permanentes
Paravicini aseguró que se implementarán controles permanentes y que se ha capacitado a equipos de primera respuesta para atender emergencias relacionadas con inundaciones, rescates y otros incidentes. Aunque ambos lagos de Oruro han sido beneficiados por el aumento de sus aguas, esta mejora aún no es suficiente para restituir las condiciones de vida de los pobladores locales.