El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de Bolivia ha rechazado la calificación de riesgo que Fitch Ratings otorgó al país, bajando su evaluación de «CCC» a «CCC-«. La entidad argumentó que su análisis es limitado y no toma en cuenta indicadores clave de la economía nacional. Esta respuesta fue emitida el 24 de enero de 2025, tras la alerta de Fitch sobre un alto riesgo de default en Bolivia.
La cartera de Estado enfatizó que evaluar la economía boliviana solo en función de los niveles de Reservas Internacionales Netas (RIN) «omite la complejidad de un sistema económico dinámico». Además, subrayó que «la economía de un país no puede ser valorada adecuadamente sin considerar de manera integral indicadores clave como el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), el desempeño del sistema financiero, la inversión, el cumplimiento de la deuda externa, el empleo y la pobreza, entre otras variables».
Resultados económicos recientes
El ministerio destacó que Bolivia ha mostrado resultados sólidos, con tasas de crecimiento del 3,1% en 2023 y del 2,6% al segundo trimestre de 2024. También se alcanzó una tasa de desempleo del 3,4% en junio de 2024. Desde la promulgación de la Ley del Oro, las RIN se estabilizaron, alcanzando 1.976 millones de dólares a finales de 2024, lo que representa un aumento de 267 millones de dólares respecto a 2023.
Desafíos económicos
No obstante, el ministerio mencionó que los problemas de liquidez en divisas se han visto agravados por bloqueos legislativos a créditos externos por 1.667 millones de dólares y por la especulación cambiaria. Esta situación se atribuye a la falta de inversión en exploración durante administraciones anteriores. A pesar de este contexto adverso, el Gobierno aseguró que ha cumplido con sus obligaciones de deuda externa.
Advertencias de Fitch Ratings
Fitch Ratings ha advertido que Bolivia enfrenta un alto riesgo de no poder pagar su deuda externa en los próximos años. La entidad sostiene que el Gobierno continúa gastando más de lo que recauda; en 2024, el déficit fiscal fue del 9,1% del PIB. Esto implica que por cada 100 bolivianos producidos por la economía, el Gobierno gastó 9 más.
Impacto de bloqueos y factores globales
En 2024, Bolivia enfrentó bloqueos prolongados que causaron pérdidas superiores a 3.000 millones de dólares y un aumento en la inflación. Factores globales como la inflación y la desaceleración económica también han impactado en la estabilidad nacional. Desde 2021, el actual Gobierno ha implementado el Plan de Reactivación del Upstream (PRU), que incluye 56 proyectos destinados a aumentar la producción y asegurar la estabilidad energética.