En el marco de la celebración de los 16 años del Estado Plurinacional, varios líderes de la oposición, como el expresidente Jorge «Tuto» Quiroga y el empresario Samuel Doria Medina, lanzaron críticas contundentes contra el Movimiento Al Socialismo (MAS). Ambos destacaron que el 22 de enero será recordado como “la última perorata” del partido oficialista antes de su salida definitiva del poder.
Quiroga utilizó su cuenta en X para calificar al MAS como una “pandilla saqueadora” que ha estado en el poder durante casi 20 años. En su mensaje, expresó: “Hoy nos someten a su vigésima y ÚLTIMA perorata. El 8 de noviembre se van para siempre, termina esta larga noche, llega el cambio total y viene un amanecer eterno democrático y libre”. Estas declaraciones hacen referencia a las próximas elecciones generales en el país.
Samuel Doria Medina y su promesa
Por su parte, Doria Medina afirmó que, en un futuro gobierno suyo, los bolivianos trabajarán el 22 de enero para abordar los problemas generados por “20 años de fiestas y despilfarros” del MAS. En su mensaje, escribió: “Les aseguro que en mi gobierno el próximo 22 de enero las bolivianas y bolivianos estaremos trabajando para resolver los problemas que nos dejará 20 años de fiestas y despilfarros del MAS”.
Evo Morales responde a las críticas
Mientras tanto, el expresidente Evo Morales también se unió a las críticas hacia el gobierno de Luis Arce. Morales aseguró que el modelo económico estatal que él promovió durante su gestión ha sido abandonado por el actual mandatario, lo que ha dejado al país “peor que en 2005”. Además, denunció una supuesta “injerencia de Estados Unidos” y acusó a Arce de implementar una economía de mercado que va en contra de los principios del Estado Plurinacional. “No hay nada que festejar como Estado Plurinacional”, sostuvo Morales.
Discurso de Luis Arce
En su discurso oficial por el aniversario del Estado Plurinacional, Arce alertó a sus seguidores sobre los peligros que enfrenta el modelo del MAS de cara a las elecciones presidenciales de 2025. “Tenemos que proteger y blindar nuestro proceso de cambio”, afirmó, destacando que los próximos comicios representarán una confrontación entre “la patria y la antipatria”. Sin embargo, analistas han calificado su mensaje como electoralista, señalando que se ha dejado de lado propuestas concretas para enfrentar la crisis económica.
