La toma de posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos ha inaugurado un nuevo capítulo en la política internacional. Sin embargo, para Bolivia, las perspectivas de relaciones bilaterales bajo el actual gobierno parecen sombrías, según la oposición.
Este lunes 20 de enero de 2025, legisladores de Comunidad Ciudadana (CC) expresaron su preocupación por la falta de acciones efectivas contra el narcotráfico y el modelo político del gobierno de Luis Arce. Estas circunstancias, según ellos, limitarán los vínculos con la administración de Trump.
El diputado de CC, Alberto Astorga, subrayó que las diferencias ideológicas entre ambos gobiernos son significativas. Estas diferencias se ven agravadas por el aumento del narcotráfico en Bolivia, especialmente en la región del Chapare.
Dificultades en el acercamiento
Astorga argumentó que estas condiciones dificultarán cualquier intento de acercamiento con Estados Unidos, un país que mantiene una política estricta contra el tráfico de drogas. Además, el parlamentario destacó que la persecución política hacia la oposición y la orientación socialista del gobierno boliviano crean un entorno que es incompatible con los intereses estadounidenses.
Riesgo de catalogación
El senador Rodrigo Paz también alertó sobre el riesgo de que Bolivia sea considerada un país terrorista debido a su papel como productor de droga. Esta posible certificación, según Paz, no solo afectaría la reputación del país, sino que también limitaría su acceso a cooperación internacional y financiamiento.
Paz apuntó directamente al expresidente Evo Morales como una figura clave en esta problemática, destacando su influencia en el Chapare, una región que, según él, opera al margen de la legalidad.
Esperanzas de cambio
Ambos legisladores coincidieron en que un cambio de gobierno es esencial para reconfigurar las relaciones bilaterales con Estados Unidos. Astorga expresó su esperanza de que, tras las elecciones previstas para agosto, un nuevo gobierno liderado por la oposición pueda establecer un diálogo más abierto con la administración de Trump.
Mientras tanto, la oposición sostiene que las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos se mantendrán en un nivel mínimo hasta que se produzcan cambios significativos en el gobierno boliviano.
