El Ejército de Corea del Sur ha destituido a cuatro altos mandos debido a su presunta implicación en la propuesta de declaración de la ley marcial por parte del presidente Yoon Suk-yeol, el 3 de diciembre de 2024. Los oficiales destituidos son el teniente general Yeo In-hyung, el mayor general Moon Sang-ho, el teniente general Lee Jin-woo y el teniente general Kwak Jong-keun. El Ministerio de Defensa de Seúl ha hecho este anuncio, señalando que la suspensión de sus funciones se debe a las sospechas sobre su participación en un incidente que ha provocado una crisis política en el país.
La destitución afecta a varios altos cargos militares, incluyendo al director del Comando de Contrainteligencia, al director del Comando de Inteligencia, al director del Comando de Defensa de la capital y al director del Comando de Operaciones Especiales. El Ministerio de Defensa ha decidido suspender a estos cuatro oficiales ante las sospechas de que desempeñaron un papel en la propuesta de imponer el estado de excepción en el país.
Acusaciones específicas
El mayor general Moon Sang-ho es sospechoso de haber enviado tropas a la Oficina de la Comisión Electoral Nacional en Gwacheon, al sur de Seúl, durante esa noche. Además, se le acusa de haber discutido operaciones para instaurar la ley marcial con antelación. Por su parte, el teniente general Yeo In-hyung también enfrenta acusaciones similares, incluyendo la orden de arrestar a políticos.
El teniente general Lee Jin-woo está acusado de haber ordenado el despliegue de tropas en la Asamblea Nacional, así como de permitir que estas entraran en el edificio para sacar a los legisladores. Por último, el teniente general Kwak Jong-keun es señalado por enviar a miembros de las fuerzas especiales a la Asamblea Nacional bajo órdenes del presidente Yoon, con el objetivo de asegurar el edificio y evitar que los legisladores aprobaran una moción para rechazar la declaración del estado de excepción.
Revisión de medidas disciplinarias
El Ministerio de Defensa también se encuentra revisando posibles medidas disciplinarias contra el jefe del Estado Mayor del Ejército, quien ocupó el cargo de comandante durante la declaración de la ley marcial. En un giro de los acontecimientos, el presidente Yoon fue despojado de sus funciones once días después del incidente, aunque todavía permanece en el cargo mientras el Tribunal Constitucional evalúa la validez de su destitución.
Actualmente, el presidente Yoon está detenido y enfrenta acusaciones de insurrección y abuso de poder. Este caso ha generado un gran revuelo en la política surcoreana y ha puesto en tela de juicio la estabilidad del gobierno actual.
