El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, calificó este lunes la marcha en apoyo al expresidente Evo Morales como la «marcha por la pedofilia». Según Del Castillo, esta movilización está compuesta por aproximadamente 2.300 personas. Además, advirtió que no se permitirá el ingreso de los manifestantes a la Plaza Murillo, donde hay un fuerte resguardo policial. «La Policía Boliviana supera ese número con creces y no está permitido el ingreso para protestas», afirmó.
El ministro también se refirió a la marcha como un acto forzado, indicando que en el trópico de Cochabamba la población ha sido obligada a participar en contra de su voluntad. En este contexto, Del Castillo denunció que tres policías y dos civiles resultaron heridos en una emboscada mientras se dirigían a la localidad de Partacamaya, desde donde comenzó la movilización el pasado viernes. Del Castillo calificó este ataque como un «acto terrorista perpetrado por una mafia» y adelantó que se identificaría a los responsables en las próximas horas.
Apoyo popular de Morales
En relación a las acusaciones sobre sanciones impuestas por Morales a quienes se negaron a participar en la marcha, Del Castillo expresó que el exmandatario ya no cuenta con apoyo popular. Por esta razón, recurre a la coerción en el trópico. Además, mencionó que Morales envió un grupo de personas a Cochabamba para «generar convulsión», aunque la Policía ya intervino con agentes químicos.
Finalmente, el ministro subrayó que un pequeño porcentaje de la población en el Chapare está obligado a proteger la vida de Morales. Sin embargo, remarcó que el objetivo es que el exmandatario enfrente la justicia. «Lo que tiene que hacer Morales es presentarse mañana con sus 199 abogados a la Fiscalía de Tarija y demostrar si es culpable o inocente», concluyó Del Castillo.