El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, hizo un llamado a los padres y padrinos para que asuman el compromiso de educar a sus hijos en la fe cristiana. Esta exhortación se dio durante la celebración de la festividad del Bautismo de Jesús, que se conmemora el 12 de enero de 2025.
Durante su homilía dominical, monseñor Leigue enfatizó que el bautismo no debe ser visto solo como una tradición, sino como un acto de fe que transforma a las personas en herederas de la vida eterna y miembros de la familia santa de Dios.
Responsabilidad de padres y padrinos
El arzobispo recordó que, en el momento del sacramento, los padres y padrinos asumen la responsabilidad de guiar espiritualmente a los niños. Esto incluye enseñarles a participar en la misa y fomentar su integración en la comunidad cristiana.
“Muchos no recuerdan la fecha de su bautizo porque sus padres o padrinos nunca se los dijeron. Es importante conmemorar ese día, llevar al niño a misa y agradecer a Dios por su vida espiritual”, comentó.
Compromiso continuo de los padres
Además, monseñor Leigue subrayó que la misión de los padres no concluye con el acto del bautismo. Este compromiso es permanente y debe incluir la enseñanza del amor a Jesús y el valor de la vida en comunidad.
“Es como llevarlos al parque; si los niños van desde pequeños, aprenden qué hacer y disfrutan. Lo mismo sucede con la misa: tráiganlos desde pequeños y les gustará ser parte de la vida espiritual”, explicó.
Vivir la fe con convicción
El arzobispo también instó a las familias a vivir su fe con convicción, y no solo por tradición o costumbre. “Si lo hacemos con testimonio, el comportamiento de nuestros hijos será diferente. La fe se demuestra en la vida diaria y en el compromiso con Jesús, desde pequeños hasta la madurez, como ocurre con el sacramento de la confirmación”, concluyó monseñor Leigue.
Importancia del bautismo
La celebración del Bautismo es un recordatorio del papel fundamental que juegan los padres en la formación espiritual de sus hijos. La iglesia busca fortalecer este vínculo mediante una educación continua en valores cristianos.