La falta de mantenimiento en el embovedado Pasajahuira-Choqueyapu, por parte del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, ha provocado el desastre en Bajo Llojeta que resultó en la muerte de una menor, según un informe técnico.
El ingeniero Mario Galindo Queralt elaboró un informe que señala que las lluvias intensas del 23 de noviembre fueron un factor desencadenante. Sin embargo, la raíz del problema se encuentra en la acumulación de residuos y la obstrucción del canal de desagüe.
El informe detalla que las lluvias intensas de esa noche marcaron un punto crítico en una situación ya precaria, que se había desarrollado durante los diez días previos. La microcuenca Jarañapampa-Pasajahuira había experimentado lluvias continuas que saturaron los suelos, debilitando los taludes y generando una acumulación de residuos arrastrados por las aguas.
Embovedado ineficiente
El embovedado, que debería haber funcionado como un canal de desagüe eficiente, estaba completamente bloqueado. Esto impidió que el agua siguiera su curso normal, lo que provocó que las aguas se desbordaran y buscaran rutas alternativas, inundando tanto viviendas como avenidas clave como la Costanera y Los Sargentos.
El ingeniero Galindo también especificó en su informe que el embovedado Pasajahuira-Choqueyapu fue construido hace más de 20 años con serias deficiencias estructurales. En las últimas décadas, no ha recibido el mantenimiento adecuado. A pesar de que la Alcaldía de La Paz tenía la obligación de ejecutar un plan anual de limpieza y revisión entre abril y noviembre de 2024, este plan nunca se llevó a cabo.
Consecuencias fatales
Según el informe, la omisión de estas tareas preventivas contribuyó a que el embovedado se convirtiera en una trampa mortal. A lo largo de los años, los residentes de la zona advirtieron sobre el peligro que representaba la falta de limpieza y el crecimiento desmesurado de escombros en el lecho del río, pero sus alertas fueron sistemáticamente ignoradas.
El informe también menciona que, aunque en años anteriores se habían realizado trabajos preventivos de gran envergadura con maquinaria pesada y equipos especializados, estas acciones dejaron de ser prioritarias en la gestión municipal más reciente.
Impacto en la comunidad
El informe concluye que la falta de acciones preventivas y el negligente mantenimiento de la infraestructura de desagüe tuvieron consecuencias fatales. Las familias de Bajo Llojeta, que no tenían responsabilidad alguna en la acumulación de residuos ni en la gestión del embovedado, fueron las que más sufrieron las consecuencias.
Las imágenes aéreas tomadas por drones sobre el desastre natural muestran que el deslizamiento que ocurrió en el cementerio Los Andes afectó principalmente los primeros 600 metros del río Pasajahuira, sin influir en los eventos que se produjeron más de 1 kilómetro río abajo.
Desbordamiento y daños
En este punto, la riada, al encontrarse con el embovedado taponado, se desbordó hacia las avenidas Los Sargentos y Costanera. Una significativa cantidad de agua se estancó en la zona habitada por más de 30 viviendas, las cuales se encontraban a una distancia considerable del punto de inicio del deslizamiento.
