A más de 3.600 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el salar de Uyuni, el desierto de sal más grande del mundo. Este impresionante lugar tiene una extensión de 10.582 kilómetros cuadrados y se ha convertido en uno de los destinos turísticos más populares de Bolivia.
Anastasio, un guía turístico local de la región de Potosí, comentó a EFE que «la sal se asienta en el suelo en la época seca y el desierto se torna blanco y parece cubierto por nieve». Esta visión cautiva a los visitantes, quienes aprovechan la oportunidad para tomar fotografías y vídeos, especialmente al atardecer.
El acceso al desierto es exclusivo para vehículos todoterreno, y a lo largo de sus orillas se encuentran hoteles construidos con bloques de sal, así como un parque que alberga esculturas de sal. Este último es uno de los lugares más visitados por los turistas, según el guía.
Colchani y su riqueza
Colchani, una pequeña población que se ubica en la entrada del desierto, es conocida por sus escultores y recolectores artesanales de sal. En esta localidad se encuentra la fábrica de sal más grande de la región, que se estima extrae más de 20.000 toneladas del mineral al año, principalmente para el consumo humano.
Cementerio de trenes
Otro atractivo turístico es el «Cementerio de trenes» de Uyuni, donde se pueden ver decenas de locomotoras del siglo pasado que se oxidan al estar abandonadas a la intemperie. Los habitantes de la zona afirman que en esta localidad se construyó la primera línea ferroviaria de Bolivia durante la bonanza industrial de la región en 1889.
A pesar de que los trenes y vagones están actualmente en desuso, los visitantes disfrutan de la experiencia y se toman fotografías sobre estas estructuras históricas.
Fotografías ilusorias
Uno de los fenómenos más interesantes del lugar son las fotografías ilusorias. Gracias a un juego de perspectivas en el horizonte que parece «infinito», los turistas pueden tomarse fotos con dinosaurios o llamas de juguete. «El juguete se ve grande y las personas pequeñas, parecen que los están montando», explicó Anastasio.
El fenómeno más esperado por los turistas es el «efecto espejo», que se produce durante la época de lluvias. Sin embargo, en diciembre de este año ha llovido poco, lo que ha impedido que los visitantes disfruten de este espectáculo.
El efecto espejo
El «efecto espejo» en el salar de Uyuni ocurre cuando los lagos cercanos se desbordan durante la temporada de lluvias. Esto genera una capa de agua que se extiende por todo el desierto de sal, creando un reflejo que da la ilusión de un cielo infinito. Este fenómeno es ideal para que los turistas capturen imágenes memorables.
Reservas de litio
Además de su belleza natural, el salar de Uyuni es considerado una de las mayores reservas mundiales de litio, un mineral muy valorado para la fabricación de baterías y almacenamiento de energía, entre otros usos.
Según la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos, el país posee la primera reserva mundial de litio, habiendo pasado de 21 a 23 millones de toneladas.
El 13 de diciembre de 2023, se inauguró una planta industrial en el municipio de Colcha K, en Potosí. Esta planta tiene como objetivo producir 15.000 toneladas métricas de carbonato de litio por año, con una inversión inicial de 669 millones de bolivianos (96 millones de dólares), aunque hasta ahora no ha alcanzado la producción esperada.
Asimismo, en septiembre, la empresa rusa Uranium One Group firmó un contrato con la estatal YLB para construir una planta de extracción directa y carbonatación de litio en el salar. Se espera que esta inversión alcance unos 950 millones de dólares, con la meta de obtener unas 14.000 toneladas anuales del mineral.
